Blog de Pedro Sevylla
Grandes autores traduzidos por mim castellano-português português-castelhano
Me decidí por un poeta coterráneo para iniciar esta serie de grandes autores traducidos por mí. Busco una cierta simetría, un equilibrio flexible entre las dos culturas. ¿Quién mejor que Jorge Manrique, castellano del siglo XV? Pero Jorge Manrique posee una obra singular, porque dentro de ella están las Coplas a la muerte de su padre, destacando, elevándose, tirando del resto hacia arriba, sumándose. Cortos los versos, eso sí; ocho sílabas y cuatro en el pie quebrado. Pero las cuarenta estrofas de las Coplas suman 480 versos. Busqué las traducciones existentes, y eran escasas.
Debía intentarlo. Lo decidí antes de conocer las dificultades. Aunque lo hubiera intentado de haberlas conocido. A los setenta años, la dificultad es para mí un aliciente. Lo primero era tener un texto de partida. Tuve que formarlo a partir de las distintas ediciones existentes; las mejores, las más fieles, las más lógicas. Leí muchos de los abundantes trabajos que orientan: algunos contradictorios. Ahí está lo alcanzado: actual y respetuoso con el contenido.
La traducción debe tener en cuenta el ritmo, nacido de la métrica. No debe cambiar la forma original, sobre todo la rima. Portugués y castellano en este largo poema son más hermanos que nunca. Así lo sentí, así lo siento. Casi todas las palabras tenían equivalente en el idioma de llegada. Eso es una ventaja. Pero había que comprobar el sentido, consultando en los diccionarios de la RAE y Priberam. Había que poner las frases nuevas en el buscador, para ver si se utilizaban ahora y en qué proporción.
Horas dedique a resolver las dificultades, comprobando las posibles palabras existentes y buscando el encaje justo. Mensaje, métrica, ritmo y rima: ahí está el resultado. Mis amigos de lengua portuguesa quedaron satisfechos cuando los consulté. Así que mi satisfacción es clara. Ahí van los 480 versos en portugués, añadidos a los 480 versos en castellano.
Después vienen uno a uno los grandes autores de las literaturas en las lenguas castellana y portuguesa, traducidas al otro idioma.
Dos días de boda en Francia
Dos días de boda en Francia, es el libro número 31 de los publicados por Pedro Sevylla de Juana, académico correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo ES, Brasil; y premio internacional Vargas Llosa de novela. El libro relata poco más de dos días en la vida de protagonistas y personajes secundarios. Fueron ellos convocados a una boda que sorprende a extraños y propios. Los españoles, padres y hermanos del testigo principal, parten del centro de España para llegar al corazón del Languedoc, comarca de Albi, en Francia. En la tierra de los albigenses se producen los hechos de la trama. Ceremonia en la iglesia Notre Dame du Bourg, de Rabastens, considerada monumento histórico, a más de patrimonio mundial de la Unesco en el Camino de Santiago francés. Celebración en el célebre chateau de Mauriac. El desarrollo de los actos, tejido por las relaciones entre los asistentes, locales y foráneos, crea un intríngulis de mucho interés. El lenguaje sencillo y preciso, unido al esclarecedor retrato interior de los personajes, ofrecen al lector una lectura sin fisuras. Queda el lector convidado a conocer la progresión de los hechos.
Novela Amor en el río de la vida
Amor en el río de la vida es el libro número treinta de Pedro Sevylla de Juana, académico correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo en Brasil y Premio Internacional Vargas Llosa de novela. El protagonista de otro libro, se queja de la muerte recibida, heroica pero temprana. Cree Pedro Sevylla en el derecho de rectificación de los personajes y, en el hospital en que murió, los médicos lo salvan, participando en la actual novela. Residen en Madrid el autor y su amada, una actriz recién reencontrada, a quien ama desde la adolescencia al verla activar un teatro de marionetas. La acción, situada en el pasado inmediato, indaga sobre las personas: su origen, sus objetivos, entorno, dudas, errores y aciertos. Intensidad de pensamiento al servicio de la realidad y de la vida, la mujer, el varón y la maternidad reciben un trato preferente. Durante la escritura, el personaje de la amada lee y juzga lo escrito, poniendo al autor frente a sí mismo. Amor en el río de la vida es un torrente de prosa que lleva a cada lector adonde quiere ir. Se dan realidad y ficción en un mismo plano, gozando personas y personajes de idéntica naturaleza, por lo que las historias cobran una nueva dimensión vivificante. La novela, una y varia, escrita con un lenguaje dinámico y sencillo, rompe moldes para que el lector conozca la vida tal como era.
Blog literario https://pedrosevylla.com
Solo de voz en La Habana
Solo de voz en la Habana
Pedro Sevylla de Juana
Novela escrita hace mucho tiempo, finales del siglo pasado o primeros años de este. Dada la imposibilidad de leerla de nuevo debido a mis dificultades de visión, la pongo aquí, en el blog, tal como la dejé entonces. Hace el número treinta y tres de mis libros.
La ilustración de portada es la pintura acrílica recién concluida, 11-III-2023, titulada Nocturno Bélico, que hace referencia a la guerra de Kosovo, cuyas circunstancias influyen en parte del argumento.
El título viene dado porque Honorio, el protagonista, dirigido por Rita, pleno de emoción, acaba cantando un solo de tenor en lo alto de la soberbia escalinata de entrada a la Universidad de la Habana. La obra representada ante el numeroso público congregado, es María la O, una zarzuela cubana con música de Ernesto Lecuoma y libreto de Gustavo Sánchez Galarraga. El papel defendido por Honorio fue el del tenor Fernando, protagonista, conocido como el niño Fernando.
En la novela, Honorio cuenta sus memorias a Virgilio, amigo y narrador, con incursiones al abuelo indiano y proyección al futuro próximo. Forma parte, Honorio, de un coro de cantores integrado por aficionados a la zarzuela, llegados de lugares muy diversos. El texto recoge las peripecias individuales y las relaciones originadas entre ellos. El amor y la amistad, dos líneas paralelas que pueden encontrarse originando el infinito, en la novela muestran su capacidad de supervivencia, posibilitando algunas historias dolorosas y muchas más dotadas de ternura.
Vida, pasión, muerte y resurrección de la señorita Salus
El Destino y la señorita Salus, tomado como libro único, me plantea diversas incógnitas de las que quisiera abordar alguna. En primer lugar, la consideración como libro religioso de la novela protagonizada por una mujer piadosa. ¿Es este un libro religioso, stricto sensu? Trata en profundidad aspectos cardinales de la religión y, en ese sentido, es un libro religioso.
Sin embargo, no es un análisis crítico cuyo objeto sea la religión en sí misma. Al menos, no lo es del todo. Entiendo que el estudio global sobre el fenómeno religioso, causa y consecuencia de las civilizaciones que se sucedieron, por inabarcable no se ha escrito ni se escribirá nunca; ya que sería la historia completa de la humanidad. Partiendo del concepto religioso tal como lo entendemos, siguiendo por la persona y su necesidad de guía y trascendencia en cada sociedad, avanzando por las religiones nacidas y extendidas a través de los tiempos en las grandes aglomeraciones humanas, el trabajo llegaría al estudio de las coincidencias y divergencias de las religiones monoteístas, mayoritarias en la actualidad. Desde ahí, trataría de conocer en qué medida satisface cada una de ellas la necesidad religiosa, poca o mucha, de las personas. Seguiría por la función social desarrollada tanto en lo concerniente al grueso de las poblaciones como a sus dirigentes, teniendo en cuenta que todo ello podría estar integrado en una fórmula matemática, quizá la ecuación de la relatividad general para el movimiento del universo. Demasiado, pues, el todo; vayamos a las partes. Aunque hemos de reconocer que, si recopiláramos todos los escritos donde, parcialmente, se ha desarrollado la cuestión, encontraríamos multitud de lagunas o desiertos. Y, en ese sentido, El Destino y la señorita Salus disminuye el tamaño de lo ignorado, al menos en una bocanada de agua o en un puñado de arena. Veo en ella una novela original y provocativa que analiza hasta el mínimo detalle los pensamientos y los actos de una mujer singular, dándonos a conocer el efecto de la religión en una persona como muchas otras.
La segunda de las incógnitas que me plantea el libro es la razón que tuvo el autor, poco o nada practicante por lo que sé, para escribir un argumento de estas características concretas. Parto de una base sólida. Sé que, por su formación y educación, Pedro Sevylla de Juana posee sustento religioso suficiente, tanto en la parte teórica como en la práctica. Interno en un colegio religioso dirigido por una congregación de frailes de origen francés, pasó en el internado siete años de su vida.
El Destino y la señorita Salus íntegra
Vigésimo séptimo de los libros publicados por Pedro Sevylla de Juana, El destino y la señorita Salus es la redacción definitiva de la obra galardonada con el Premio Internacional Vargas Llosa de novela.
Los creyentes no ven contradicción entre el examen de conciencia que la anciana señorita Salus va haciendo a intervalos, muy crítico con su propia conducta, y el convencimiento de salvación eterna. Ya que, arrepentida de todo corazón en los últimos instantes, será perdonada como cualquier cristiano. Sabe que es una mujer normal, pero cree ser elegida para repetir la pasión de Cristo, resurrección añadida, porque eso es lo que promete el Maestro para quien lo ame y decida seguirlo.
Los incrédulos piensan que las lecturas de los textos sagrados —San Agustín, San Francisco de Sales, las Epístolas, los Salmos y los Evangelios— iniciadas y repetidas por Salus con una complacencia semejante a la hallada por Don Quijote en los libros de caballería producen en ella un efecto de confusión parejo. Y se preguntan: ¿hasta qué extremos puede llevar la lectura literal de los textos sagrados a una persona carente de reflexión y afianzada por entero en la fe? Queda al lector, conocedor de todos los hechos e intenciones de la protagonista, la facultad de juzgarla.
Jorge Manrique vida y coplas en castellano y portugués
Trabajos de traductor de Jorge Manrique
Me decidí por un poeta coterráneo para colocarlo en el blog traducido al portugués. Busco una cierta simetría, un equilibrio flexible entre las dos culturas. ¿Quién mejor que Jorge Manrique, castellano del siglo XV? Pero Jorge Manrique posee una obra singular, porque dentro de ella están las Coplas a la muerte de su padre, destacando, elevándose, tirando del resto hacia arriba, sumándose. Cortos los versos, eso sí; ocho sílabas y cuatro en el pie quebrado. Pero las cuarenta estrofas de las Coplas suman 480 versos. Busqué las traducciones existentes, y eran escasas.
Debía intentarlo. Lo decidí antes de conocer las dificultades. Aunque lo hubiera intentado de haberlas conocido. A los setenta años, la dificultad es para mí un aliciente. Lo primero era tener un texto de partida. Tuve que formarlo a partir de las distintas ediciones existentes; las mejores, las más fieles, las más lógicas. Leí muchos de los abundantes trabajos que orientan: algunos contradictorios. Ahí está lo alcanzado: actual y respetuoso con el contenido.
La traducción debe tener en cuenta el ritmo, nacido de la métrica. No debe cambiar la forma original, sobre todo la rima. Portugués y castellano en este largo poema son más hermanos que nunca. Así lo sentí, así lo siento. Casi todas las palabras tenían equivalente en el idioma de llegada. Eso es una ventaja. Pero había que comprobar el sentido, consultando en los diccionarios de la RAE y Priberam. Había que poner las frases nuevas en el buscador, para ver si se utilizaban ahora y en qué proporción.
No obstante hay terminaciones que en portugués difieren. Hay verbos que en portugués cambian de declinación y terminan de otra forma. La rima es consonante; y casi siempre se consigue mantenerla. La asonante no modifica apenas el sonido. El sonido: otro elemento que debo tener en cuenta; ya que la fonética en portugués es muy distinta y el poema va a ser leído.
Horas dedique a resolver las dificultades, comprobando las posibles palabras existentes y buscando el encaje justo. Mensaje, métrica, ritmo y rima: ahí está el resultado. Mis amigos de lengua portuguesa quedaron satisfechos cuando los consulté. Así que mi satisfacción es clara. Ahí van los 480 versos en portugués, añadidos a los 480 versos en castellano.
Pasen y lean. Saludos cordiales y agradecimiento por su visita.
Julio Cortázar vida y obra
Fui lector de Cortázar con precocidad manifiesta. Y lector reiterado a intervalos no muy largos. Gran parte de su obra: libros esenciales que siguen en mi biblioteca. Hubiera querido leer “El Examen” cuando lo escribió, para conocer aquel Buenos Aires rompiéndose en él; pero Losada-de Torre no quiso editarlo, y publicado treinta y seis años después ya no era lo mismo: Julio Cortázar consideraba que, leído en su momento, hubiera tenido cierta incidencia en lo que ocurría en la Argentina de entonces. Leí Rayuela a trancos distintos: rompecabezas, laberinto. Amé a la Maga y quise reencarnarla en un personaje mío que tuviera su vida a mi lado. Me gustó escuchar a Cortázar, humano, muy humano, entrevistado en la televisión. Aquella entrevista profunda y ancha, programa A Fondo, hecha de modo magistral por José Joaquín Serrano, que he conseguido poner en enlace al final de este trabajo. Hasta las erres, suyas o francesas, me gustaron en su voz. Luego las identifique oídas en Brasil; me gustan aún pues aún las oigo en otras voces. Considero a Rayuela entre las grandes novelas que he leído, y la subo a lo alto, si no en términos absolutos donde coloco a “Los hermanos Karamazov”, la gran obra de mi reverenciado Fiodor Dostoievski; sí en términos relativos, comparada con las escritas en castellano. Dejo al margen de las demás y para siempre a “Don Quijote de la Mancha” por múltiples motivos: no hay y no habrá punto de comparación: espacio y tiempo. Pongo a Rayuela a la altura de otro mito, “Cien años de Soledad”, y la dejo ahí, flotando, tan sólida y tan bien arraigada.
Gilberto Freyre vida y obra
“Casa-grande & senzala” fue publicado en 1933, “Sobrados e Mucambos” en 1936 y ”Ordem e Progresso” en1957. Esas obras forman los tres grandes pilares de la enorme y excepcional contribución de Gilberto Freyre a la Historia de Brasil. Llegando Freyre a ser uno de los más profundos conocedores de la esencia brasileña: gente, individuo y sociedad. Mas el gran científico reconocido mundialmente, el observador concienzudo, es también un pensador y un poeta; y un soñador que tiene algo de clarividente. Freyre es un aprendiz de poeta, según sus propias palabras; palabras que también dijo de sí Pablo Picasso. “Talvez poesía”, libro publicado en 1962, lleva un título revelador de la timidez poética del científico sensible. Puede decirse que mantuvo un empeño poético constante, con períodos fructíferos de mayor dedicación, en los que consiguió admirables poemas personales.
Carlos Drummond de Andrade vida y obra
La traducción para mí es traslación, es tomar un relato o un poema: prefiero la poesía porque es más dúctil, más maleable; y trasladarlo a otra casa con todas las pertenencias. También es el acomodo en el nuevo espacio. Me siento obligado a dejar lo mejor posible en la nueva residencia todo lo recogido de la anterior; habitaciones nuevas, nuevo salón, jardín recién conquistado. Espero haber tomado en mi mente lo más de lo que Drummond de Andrade quiso decir y sugerir en “La Máquina do Mundo”
Espero haberlo trasladado sin romper ninguna pieza, ni el jarrón de Sévres ni el hombrecillo de los gansos, adorno de terracota que rompió siendo niño con disgusto y pegó con resina. Espero haberlo colocado como él lo hubiera querido, contando con que todo en la nueva casa es distinto queriendo ser lo mismo. Por eso quise conocer a Drummond lo suficiente para atreverme a traducirlo, para atreverme a interpretarlo. Como el nuevo espacio es mayor, las piezas pueden estar más separadas. Conocer el idioma de partida o dominar las herramientas que lo cercan, diccionarios, referencias de uso; conocer el idioma de llegada, conocer el género literario de la pieza. Eso necesita el traductor; y con frecuencia no se tiene todo.
Fernando Pessoa vida y obra
Con poemas escritos a lo largo de veinte años, “Mensagem” es el único libro de Fernando Pessoa publicado en vida, y sucedió un año antes de morirse. “Foi o primeiro livro que consegui, não sei porquê, ter organizado e pronto. Como estava pronto, incitaram-me a que o publicasse: acedi”. (Carta a Adolfo Casais Monteiro, 13 de Janeiro de 1935).
El primer título que Pessoa escogió para el libro fue Portugal.
Pero, considerando que ese nombre había sido muy maltratado por el uso abusivo, eligió Mensagem, porque eso era el libro: el mensaje de Dios dirigido a todos los portugueses en la voz del poeta.
A lo largo del tiempo, Pessoa publicó sus poemas en periódicos y revistas literarias, principalmente “Orpheu”, revista de la que fue impulsor junto con Almada Negreiros, Antonio Ferro y Sá Carneiro. Debido a la temática nacionalista de muchos de sus poemas, fue invitado por Antonio Ferro a participar en el Premio Antero de Quental, de exaltación de la patria, de sus héroes y del sentimiento patriótico. Gládio, de 1913 es el primer poema nacionalista que escribió Pessoa; quien entre 1917 y 1918, admiraba al dictador Sidónio Pais. Fernando Pessoa presentó Mensagem al premio Antero de Quental, pero no pasó la primera fase de la selección al contener menos páginas de las solicitadas. Crean entonces un segundo premio, no previsto inicialmente, que promueve la publicación de Mensagem. Fue acusado Pessoa de colaborar con el fascismo, pero en 1934, se distancia del régimen salazarista. Alfredo Margarido explica esa conducta así: Pessoa, como tantos outros portugueses, hesitou perante a Ditadura, apoiando-a. antes de começar a duvidar, não da ideia de Ditadura, mas dos homens que a geriam”.
Poseo um ejemplar de Mensagem, Edición especial conmemorativa del 75 aniversario de la muerte de Fernando Pessoa, comentada por Auxília Ramos y Zaida Braga, que es um lujo editorial.
La obra está compuesta por 44 textos, que pueden ser leídos independientemente, pero, unidos, forman un poema único dividido en tres partes: ”Brasão” “Mar português” y “O Encoberto”.
Dice Pessoa en “Livro do desassossego”: Yo no hice nunca otra cosa que soñar. Ha sido ese, y ese solo, el sentido de mi vida”.
No veo útil ni necesario enfrentar “Os Lusíadas” con “Mensagem”. Son magnitudes distintas que en el conjunto de la Literatura portuguesa y en portugués, suman, creciéndola y singularizándola.
Carolina Maria de Jesus vida y obra
Fragmento de Quarto de Despejo traducido por Pedro Sevylla de Juana: “Mis hijos no se mantienen con pan de iglesia. Me enfrento a cualquier clase de trabajo para mantenerlos. Las otras tienen que mendigar y hasta afanar. Parecen tambor. Por la noche, mientras ellas piden ayuda, yo, tranquilamente, en mi barraquita, escucho valses vieneses. Mientras los esposos rompen las tablas de la barraca, yo y mis hijos dormimos tranquilos. No envidio a las mujeres casadas de favela que llevan vida de esclavas indianas. No me casé y no me arrepiento. Los que me gustaron eran soeces y me imponían condiciones horribles. Ahí está la Maria José, más conocida como Zefa, que reside en la calle B número 9. Es una alcoholatra. Gestante bebe demasiado. Las criaturas nacen y mueren antes de los doce meses. Me odia porque mis hijos me defienden y por tener yo radio. Un día me pidió la radio prestada. Le dije que no se la podía prestar. Que ella no tenía hijos, así que podía trabajar para comprarla. Como se sabe, las personas dadas a la embriaguez no compran nada. Ni ropas. Los borrachos no prosperan. A veces arroja agua a mis hijos. Dice que no zurro a mis hijos. No soy dada a la violencia. Mi hijo José Carlos dice:
-No te entristezcas mamita. Nuestra Señora de la Aparecida tendrá piedad de la señora. Cuando yo crezca compraré una casa de ladrillo para la señora madre.
Machado de Assis vida y obra
Cuando más lo necesitaba me encuentro con una vida plácida de literato. Estoy tan acostumbrado a convivir con esas existencias desgarradas en personas que, finalmente, triunfan, a veces sin saberlo, que tomaba como realidad incuestionable la unión del sufrimiento con la obra de calidad. ¿Merece la pena?, me preguntaba tras cada trabajo de divulgación: Quevedo, Camões, Cervantes, como ejemplo tan solo. Joaquim Maria Machado de Assis, parte de abajo y asciende en la escala social con una placidez envidiable. Y con esa placidez envidiable llega a ser considerado como el mayor nombre de la literatura brasileña. Nieto de esclavos, nace en el Morro de Livramento en Rio de Janeiro, con todo lo que eso significa. Niño huérfano de madre, pasa al cuidado de su madrastra, quien le enseña las primeras letras y a vender dulces en un colegio, donde, sin duda, entabló relación con alumnos y profesores. Pasó por la escuela pública, pero su formación fue autodidacta debido al enorme deseo de aprender, y a la facilidad con que aprendía. Aquí esa anécdota de como aprendió francés con el panadero. Aquí los recuerdos de la formación autodidacta de Gabriela Mistral, y el de todos esos escritores educados por familiares sustituyendo a los padres. Se dice que Machado de Assis no pisó como estudiante la Universidad. La Universidad es un cauce principal que necesita otros afluentes. Cuando la fuerza de voluntad es imparable, los rios afluentes, sumados, llevan más caudal que el principal. La inteligencia, la superioridad intelectual, y el buen gobierno personal le ayudaron a recorrer los meandros públicos, puesto tras puesto. Llegó arriba del todo, partiendo desde muy abajo. Tranquilamente. Para entrar en la Academia Brasileira de Letras, no se le ocurre otra cosa que fundarla con otros compañeros, convirtiéndose en el primer presidente. Lenguas, conocimiento, escritura: ejercita todo y en paralelo alcanza los altos puestos de la Administración del Estado.
Rubén Darío vida y obra
Rubén Darío, hijo de América y nieto de España
Creo que fue en segundo curso de bachillerato, doce años yo, cuando estudié a Rubén Darío. El libro de literatura, de Editorial Bruño, editora perteneciente a la congregación de frailes del colegio, llevaba, y lo agradecía yo tanto…, unas lecturas detrás de las lecciones, a modo de explicación. En las velas, llamaban así a nuestros estudios de internos al margen de las clases lectivas: noche y madrugada; en ellas no hubo para mí deberes que hacer, sólo hubo lecturas. Aprendí de memoria y recitaba poemas sonoros, marciales, como Caupolicán y La marcha triunfal.
Era una época de exaltación de la hispanidad, la raza decía el mundo oficial. Fue más tarde, ya estudiante en Madrid, diecisiete años, pensión de doña Amparo, cuando cambiaba en la librería de “la Felipa”, calle de Libreros, los libros de texto por libros de poesía y relatos; entonces conocí a Darío a fondo, a Neruda a fondo, a Juan Ramón en profundidad. Luego cambié de pensión y fui a la calle del Prado, frente al Ateneo de Madrid. Me hice socio de la institución y ya fue todo lectura: poesía y prosa, novela; los rusos, los franceses, los portugueses, los americanos. Sin distinguir escuelas ni tendencias, escritura en evolución perpetua, literatura siempre en presente.
Escogí el poema Anagke para traducir al portugués, justamente por lo que produce al autor acusaciones de blasfemo. Ocho de esos diez versos últimos, clave y cierre de todo, sorpresa final que Rubén coloca con prisa, encargando la transición a dos versos, esos que nacen cuando de improviso interviene el gavilán, con la rapidez y destreza del ave de rapiña
¿Sí?, dijo entonces un gavilán infame,
y con furor se la metió en el buche.
A Juan Valera, admirador del poeta y autoridad literaria reconocida, le parece tan mal el cierre que, apelando a la religión, se lo dice al autor y elimina los ocho restantes, momento en que aparecen Dios y el Demonio; el segundo enmendando la plana al primero, y el primero reconsiderando algunos aspectos de su Creación. Günter Schmigalle, dariísta alemán, académico correspondiente de la Academia Nicaraguense de la Lengua, realiza un análisis de las fuentes del poema. Es un tema romántico, el del posible arrepentimiento de Dios ante el mundo violento y cruel que ha creado. Este estudioso sitúa las fuentes del poema en la novela de Víctor Hugo, Nuestra señora de París, y en el pensamiento de Schopenhauer. Dejémoslo así.
En primer lugar, la vida, soporte y causa de la obra. Siempre o casi siempre, para no resultar categórico. Y la vida de Rubén Darío es un caminar selvático por un mundo hostil y, a veces, feroz. Él frente a las circunstancias adversas. Inteligencia y voluntad. Esas dos facultades, puestas de acuerdo, le bastan para salir de lo profundo y llegar a ser, contra viento y marea, con fuerte oposición, lo que quiso ser siempre: Rubén Darío, declaración de intenciones. PSdeJ
Pablo Neruda vida y obra
Dice de sí el lector Neruda, que tanto nos dio a leer: “Para mí los libros fueron como la misma selva en que me perdía, en que continuaba perdiéndome. Eran otras flores deslumbradoras, otros altos follajes sombríos, misteriosos silencios, sonidos celestiales, pero también, la vida de los hombres más allá de los cerros, más allá de los helechos, más allá de la lluvia.” Neruda se va haciendo a sí mismo en lo cotidiano, pero al escritor y al poeta los hicieron los otros, escritores o no, aquellos cuyos nombres veneraba. Y los libros le hicieron: las lecturas, muchas, deslumbradoras hasta la sedimentación.
Durante unos años de mi vida joven, alrededores de los sesenta del siglo pasado, fui Neruda. El era solo un poeta avanzando hacia la poesía. Solo un poeta avanzando, que decía en sus odas elementales: Editorial Losada, impreso en Tucumán 353 de Buenos Aires, cosas elementales que acababan como la Oda al alambre de púa: “En otras partes pan, arroz, manzanas…En Chile, alambre, alambre…” Oda a la crítica: “Con la luz de otras vidas/ vivirán otras vidas en mi canto”. Oda a don Jorge Manrique: “Y volví a mi deber de pueblo y canto”. Filósofo también a la hora de resumir y concretar el mensaje. Yo era Neruda, y escribía mis versos en el interior de las cubiertas de sus libros, en los espacios blancos. Versos nacidos en el instante de la lectura, versos que imitaban a los suyos y a los míos, versos míos que habían sido de Juan Ramón Jiménez y de Darío antes de escribirlos para enamorar a una muchacha enamorada. Y todo porque nadie es dueño de nada, ya que entre todos, conocidos o desconocidos, valorados o denostados, escribimos el largo poema de la Humanidad. Panera de entregas y recogidas constantes.
Lygia Fagundes Telles vida y obra
Brasil. Una amiga en la equidistancia me indicó a Lygia Fagundes Telles, a modo de enlace del pasado inmediato con el inmediato futuro; pasado, presente y futuro, ella, ya centenaria casi. Conocía yo su nombre y alguna circunstancia vital. Nació en São Paulo de madre pianista, y eso ya anuncia influencias. Su padre era abogado. Ella ingresó en la Facultad de Derecho del Largo de San Francisco, Universidade de São Paulo. Espacio masculino de reminiscencias literarias y, dentro de lo literario, modernistas. Por allí pasaba Pagú para ir a las clases da Escola Normal. Joaquín Nabuco, Mario de Andrade, Ruy Barbosa, Oswald de Andrade, Castro Alves, José de Alencar y Ulises Guimarães estudiaron en la facultad conocida como la San Francisco: Estado de Derecho, Humanismo, Derechos Humanos. Mito de Libertad y Progreso.
Cecília Meireles vida y obra
Conocí a Cecília Meireles hace unos años, cinco o seis quizá. Desde entonces la tengo en mi altar literario. En aquel momento, después de las primeras lecturas, escribí: ¿Son los ojos, cielo sin fondo de nubes transparentes, de Cecília, lo importante para mí? ¿Lo es la mirada abierta y confiada, esos límites del Universo que ella alcanza? ¿Es el manantial inagotable de su sonrisa lo importante? Sí, porque su palabra simple y pura, surge en la mente armónica para expresar lo que ve su mirada; y para exponer lo recibido a través de todas las lenguas que entiende y habla. Sí, porque su rostro, y lo que el rostro revela del interior armónico, me entregan el estímulo necesario para profundizar en su obra. Para llegar más allá de su fértil imaginación, y de la fascinante facilidad de encantamiento. PSdeJ
Borges su vida y su obra
Autor y lector se complementan, juntos componen la obra consumando el sentido. Por separado o unidos en la misma persona, lector y autor son inseparables y van de la mano, ayudándose, corrigiéndose, potenciándose. Dice Borges en el prólogo a la primera edición de “Historia Universal de la Infamia”, fechada en Buenos Aires, 27 de mayo de 1935: “A veces creo que los buenos lectores son cisnes aún más tenebrosos y singulares que los buenos autores”. Autor y lector, lector y actor, son causa y consecuencia intercambiables.
Lector y autor e unen en Borges para formar una Obra intensa y extensa de difícil comparación con otras, inasible e inabarcable en varios aspectos.
En su Autobiografía, Borges, asegura: “En el transcurso de una vida consagrada a la literatura, he leído muy pocas novelas; y en la mayoría de los casos sólo he llegado a la última página por sentido del deber. Al mismo tiempo, siempre he sido un gran lector de cuentos. Stevenson, Kipling, James, Conrad, Poe, Chesterton, los cuentos de Las mil y una noches en la versión de Lane y ciertos relatos de Hawthorne forman parte de mis lecturas habituales desde que tengo memoria”.
Borges se hizo a sí mismo; mejor aún, creó la imagen de sí mismo que los demás hemos aceptado. Pero esa imagen solo corresponde al Borges creador de los distintos Borges, no a la realidad, mezcla de lo interno y lo externo, campo de acción después de la batalla. Dice, hablando de su escritura, que él no creó ningún personaje, que sus personajes, aun en los cuentos, son una faceta de sí mismo. Esa necesidad de ser en el otro, le une a Pessoa de alguna manera que no alcanzo a concretar, pues es una cuestión sicológica. Aún hay más, Borges fue haciéndose y deshaciéndose, peplo de Penélope, a diario.
El Premio Nobel lo premió con su indiferencia, lo que hizo daño al Premio y benefició al no premiado. En cualquiera de los galardonados, resalta el nombre por la pátina que deja el pan de oro del premio. Destaca en Borges la luminosa injusticia del premio ausente. Así, entendemos, que el premio Nobel no hierra nunca en sus designios: si señala con su dulce dardo de Cupido a un mal escritor, lo hace para estimularlo. Si deja fuera de su nómina a uno grande, el grande queda premiado con creces por la exclusión. Artur Lundkvist, escritor y académico sueco, aseguró que a Borges no le concederían el Premio Nobel a pesar de su obra. Fue sincero; porque no se lo dieron, apoyándose, precisamente, en su destacada y cambiante obra, cuajada de universales ideas movedizas. Las razones que Lundkvist señalaba eran políticas, refiriéndose sin duda a la relación de Borges con el fascismo dictatorial. Pero tanto el Borges escritor, como el Borges persona pública, dejaron la pregunta de entonces sin aclarar con exactitud, ya que dijo considerarse conservador y anarquista independiente. El escritor modificaba sus obras en las sucesivas revisiones, y lo hacía, no solo por cuestión estética. De sabios es rectificar, pero, así como el hecho de que ser ignorado por el Nobel lo benefició, el auto expurgado de su obra acabó perjudicándolo. La novela era un género, para él, caduco. No entraba en su proyecto de obra por cuestiones personales, entre ellas, la necesaria coherencia que la imitación de la realidad requiere, y el control constante del argumento. Causa o efecto, desprestigió a los novelistas. Esas dos circunstancias eran ampliamente conocidas; y fueron el talón de Aquiles que aprovechó la Academia del Nobel para no entregarle el premio a pesar de sus enormes y cuantiosos méritos.