Pablo Neruda
Pedro Sevylla de Juana
Contiene: La introducción, Pablo Neruda mi poema traducido, tres largos poemas de Neruda traducidos al portugués, un análisis íntegro de Ester Abreu, las biografías y un video con poemas que la voz del propio autor, Pablo Neruda, recrea.
Neruda y yo
Dice de sí el lector Neruda, que tanto nos dio a leer: “Para mí los libros fueron como la misma selva en que me perdía, en que continuaba perdiéndome. Eran otras flores deslumbradoras, otros altos follajes sombríos, misteriosos silencios, sonidos celestiales, pero también, la vida de los hombres más allá de los cerros, más allá de los helechos, más allá de la lluvia.” Neruda se va haciendo a sí mismo en lo cotidiano, pero al escritor y al poeta los hicieron los otros, escritores o no, aquellos cuyos nombres veneraba. Y los libros le hicieron: las lecturas, muchas, deslumbradoras hasta la sedimentación.
Durante unos años de mi vida joven, alrededores de los sesenta del siglo pasado, fui Neruda. El era solo un poeta avanzando hacia la poesía. Solo un poeta avanzando, que decía en sus odas elementales: Editorial Losada, impreso en Tucumán 353 de Buenos Aires, cosas elementales que acababan como la Oda al alambre de púa: “En otras partes pan, arroz, manzanas…En Chile, alambre, alambre…” Oda a la crítica: “Con la luz de otras vidas/ vivirán otras vidas en mi canto”. Oda a don Jorge Manrique: “Y volví a mi deber de pueblo y canto”. Filósofo también a la hora de resumir y concretar el mensaje. Yo era Neruda, y escribía mis versos en el interior de las cubiertas de sus libros, en los espacios blancos. Versos nacidos en el instante de la lectura, versos que imitaban a los suyos y a los míos, versos míos que habían sido de Juan Ramón Jiménez y de Darío antes de escribirlos para enamorar a una muchacha enamorada. Y todo porque nadie es dueño de nada, ya que entre todos, conocidos o desconocidos, valorados o denostados, escribimos el largo poema de la Humanidad. Panera de entregas y recogidas constantes.
La perfecta unidad de los cinco elementos.
Poema de Pedro Sevylla de Juana
Aire, agua, tierra, fuego y tiempo
te habían ido haciendo
tal como eras, primavera del sesenta y ocho,
albergue juvenil de la rue
Ville-l’Évêque, semiesquina a Malesherbes
huitième Distrito Madelaine París
como tiempo y espacio del encuentro.
Nacida en Salvador de Bahia,
mulata de todas las culturas
la humana más humana
que un muchacho puede amar.
En tu cuello, que algún dios griego
perfiló a imitación de Fidias,
entre tus cabellos, finísima cascada, selva,
incrédula mi boca
encontró
la imaginada placidez eterna.
Me arrepiento aún
de no haberte comprendido
más que a fragmentos y a ratos,
a ratos y a fragmentos, parcialidad insuficiente.
Penetraba, en el recinto sagrado de tus ojos,
la intensidad de mi mirada,
y percibía la llama
surgida inexorable
con la intención de incendiar mi cuaderno
de pensamientos impuros
rosa de los vientos liberadora de ondas invisibles.
Una noche de los días aquellos,
a la hora crucial de la madrugada
-invierno retirado a sus cuarteles-
inauguramos la nueva primavera
poética, florecida y luminosa,
momento original
del Universo aprendiz aún
del Orden en el interior del Caos.
Salían chispas, ¿recuerdas?
del choque de planetas ígneos
ríos de lava, pan volcánico
llamaradas,
refugio convertido en biblioteca
poemas abiertos de Neruda,
fuerza y sensibilidad el chileno
en las palabras que me iban haciendo
poeta a base de vivencias, lecturas
y escrituras reiteradas.
Saboreábamos un poema de los Veinte de Amor
y arrancábamos la hoja, sentados los dos en almohadones
que ablandaban la firme dureza del suelo.
Lo recuerdo, ¡cómo no recordarlo!
si al alcanzar la Canción Desesperada
nos abrazamos llegando
a la horizontal, lecho de hojas que exigían su libertad
a las ramas de todas las florestas.
Las frutas tropicales en su punto de sazón
las verduras de tu huerta, el agua impetuosa
del arroyo,
los simios que juegan a ser humanos
en las copas
elevadas de los árboles más altos,
y los pájaros canoros de plumas amarillas
te amaron. Invierno o verano te amaron. Otoño
y primavera y la Naturaleza entera te amaron,
carbono intenso del diamante,
esmeraldas
de verde vegetal, las nubes, el viento,
mis brazos, mi pecho y mi amor
te amaron.
Bebimos, sedientos y hambrientos,
el cáliz hasta las heces,
recibiendo con deleite
la gota última.
Sangre derramada de mi herida
en el sacrificio cruento,
sacerdotisa tú
y yo víctima propiciatoria.
Página a página
te veía mi amor
deshojar el libro de la vida
en tu sonrisa abierta
sobre la perfección de tus dientes
labios carnosos
carnales
devorando los desacompasados interludios del tiempo.
El tiempo, imprescindible cómplice, esperó
el término de la íntima conjunción
para reemprender su camino
segundos, minutos, años, siglos,
que nuestro encuentro
había logrado detener.
PSdeJ París 1968, El Escorial 2017
A perfeita unidade dos cinco elementos.
Poema e tradução Pedro Sevylla de Juana
Ar, água, terra, fogo e tempo
te tinham ido fazendo
tal como eras,
primavera do sessenta e oito
albergue juvenil da rua
Ville-l’Évêque
semi-esquina a Malesherbes
huitième Distrito Madelaine Paris
como tempo e espaço do encontro.
Nascida em Salvador de Bahia,
mulata de todas as culturas
a humana mais humana
que um jovem pode amar.
Em teu colo, que algum deus grego
perfilou a imitação de Fídias,
entre teus cabelos, finíssima cascata, selva,
incrédula minha boca
encontrou
a imaginada placidez eterna.
Arrependo-me ainda
de não te ter compreendido
mais que a fragmentos e às vezes,
às vezes e a fragmentos,
parcialidade insuficiente.
Penetrava, no recinto sagrado de teus olhos,
a intensidade de minha mirada,
e percebia o lume
surgido inexorável
com a intenção de incendiar meu caderno
de pensamentos
impuros
rosa dos ventos liberadora de ondas invisíveis.
Uma noite dos dias aqueles,
à hora crucial da madrugada
-inverno retirado a seus quartéis-
inauguramos a nova primavera
poética, florescida e luminosa,
momento original
do Universo aprendiz ainda
da ordem no interior do caos.
Saíam chispas, recordas?
do choque de planetas ígneos
rios de lava, pão vulcânico
labaredas,
refúgio convertido em biblioteca
poemas abertos de Neruda,
força e sensibilidade o chileno
nas palavras que me iam fazendo
poeta a base de vivências, leituras
e escrituras reiteradas.
Saboreávamos um poema dos Vinte de Amor
e arrancávamos a folha, sentados os dois em almofadões
que ablandaban a firme dureza do solo.
O recordo, como não recordá-lo!
se ao atingir a Canção Desesperada
nos abraçamos chegando
à horizontal, leito de folhas que exigiam sua liberdade
aos ramos de todas as florestas.
As frutas tropicais em seu ponto da madureza
as verduras da tua horta, o água impetuosa
do arroio,
os símios que jogam a ser humanos
nas copas
elevadas das árvores mais altas,
e os pássaros canoros de plumas amarelas
te amaram. Inverno ou verão amaram-te. Outono
e primavera e a Natureza inteira te amaram,
carbono intenso do diamante,
esmeraldas
de verde vegetal, as nuvens, o vento,
meus braços, meu peito e meu amor
te amaram.
Bebemos, sedentos e famintos,
o cálice até as fezes,
recebendo com deleite
a gota última.
Sangue derramado de minha ferida
no sacrifício cruento,
sacerdotisa tu
e eu vítima propiciatória.
Página a página
te via meu amor
esfolhar o livro da vida
em teu sorriso aberto
sobre a perfeição de teus dentes
lábios carnosos
carnais
devorando os descompassados interlúdios do tempo.
O tempo, imprescindível cúmplice, esperou
o termo da íntima conjunção
para prosseguir seu caminho
segundos, minutos, anos, séculos,
que nosso encontro
tinha conseguido deter.
PSdeJ
En música, jazz; Neruda, en Poesía. Se eriza el pelo de mis brazos, se abren mis oídos hasta lo imposible, cuando oigo, leo, jazz, poemas de Neruda. El ánimo arrecia y yo me siento arriba, tocando con la punta de los dedos la punta de las estrellas. Líneas escritas cuando nacía yo a la poesía de la mano de los maestros. Y escribí, refiriéndome a Neruda: Ya no digo amor, porque él lo dijo con su voz de mundo que se oculta tras el sol; ni justicia, porque él dio nombre a la injusticia; ni vida, porque él sintió por muchos lo de muchos; ni muerte porque él la vivió en la guerra de Madrid, barrio de Argüelles; y en tantos otros sitios a lo largo de su existencia agitada. Leí sus Odas elementales, antiguas y nuevas. Leí veinte veces sus 20 Poemas de amor y la canción desesperada; y los leí en cada libro de los que regalé nada más leerlos. Leí su “Canto general” editado en México, regaló de una amiga, Gran Plaza de Bruselas; dedicado con un beso de esos que se van para no volver nunca, y para ser siempre recordados. Leí, leí, leí todo lo que de él me iba llegando en sus Obras Completas, RBA-Instituto Cervantes.
Yo viví en la calle Gandía de Madrid, con vuelta a Cerro Negro; y al llegar allí escribí: Isla Negra, Cerro Negro, Neruda y yo, por fin, vecinos. En Madrid vivió Neruda, España en el corazón, himno a las glorias del pueblo en la guerra: “Y una mañana todo estaba ardiendo” Y yo en Madrid hice de mí, más allá del filósofo que aún soy, un publicitario, partiendo del agricultor que a Madrid traía. Un publicitario que filosofaba amando a Séneca y a Neruda, que oía Jazz vivo en Tin Pan Alley, y empezó a publicar versos manuscritos como si fueran octavillas subversivas. Me gustaría tanto, tanto, que Neruda recitara con su voz de Neruda lector, el último de mis poemas, el mejor quizá, ese largo y alto del Velero que Vuela, para que el poema tuviera la dimensión universal que yo pretendo.
La guerra en Madrid, donde él es Cónsul de su País, le cambia por completo y cambia su poesía. Neruda es consciente de ello y lo explica, dicho y hecho, en el poema «Es así. Explico algunas cosas». Versos escritos para ser leídos y difundidos por la radio de entonces. Así como del Guernica dije que constituía, en sí mismo, un moderno anuncio publicitario, el cartel de una valla pacifista, un grafismo sublime que incita a la paz más y mejor que la suelta de miles de palomas; de esos versos, digo que son un alegato, una soflama que declamada por Neruda en la radio,
levantaría miles de corazones contra la barbarie de la guerra. Neruda escribió su Guernica cuando escribió España en el Corazón. Picasso pintó su España en el Corazón cuando pintó el Guernica. Ambos sobre la misma guerra, sobre la misma barbarie, y con sentimiento volcánico parejo.
Rugen pesados los aviones repletos de bombas, y dejan caer a intervalos medidos su mortífera carga. Todo en el suelo se quiebra a la llegada de la potencia explosiva, todo se deshace. Edificios, calles, parques, piedras, plantas, animales y personas diluyen su existencia. Hay un clamor que es rugido, bramido animal, desgarro de vísceras humanas, desgajar de troncos, fundir de órganos. Y el pintor y el escritor, que acumulan la rabia de todas las heridas ajenas y propias, pintan y escriben los horrores que sienten ante las guerras. PSdeJ
É assim. Eu explico algumas coisas
Poema de Pablo Neruda
Tradução de Pedro Sevylla de Juana
Perguntareis: E onde estão as lilás?
E a metafísica coberta de papoilas?
E a chuva que às vezes golpeava
as suas palavras enchendo-as
de buracos e pássaros?
Vou vos contar tudo o que me ocorre.
Eu vivia num bairro
de Madri, com sinos,
com relógios, com árvores.
Desde lá via-se
O rosto seco da Castela
como um oceano de couro.
A minha casa era chamada
a casa das flores, porque por todas as partes
rebentavam gerânios: era
uma bela casa
com cães e meninos,
Raúl te lembras?
Te lembras Rafael?
Federico, te lembras
debaixo da terra
te lembras da minha casa com balcões onde
a luz de junho afogava flores na tua boca?
Irmão, irmão!
Tudo
eram fortes vozes, sal de mercadorias,
aglomerações de pão palpitante,
mercados do meu bairro de Argüelles com a su estátua
como um tinteiro descorado entre as pescadas:
o azeite chegava às colheres
um profundo latejo
de pés e mãos enchia as ruas,
metros, litros, essência
aguda da vida,
peixes amontoados,
contextura de telhados com sol frio no que
a flecha se fadiga,
delirante marfim fino das batatas,
tomates reproduzidos até o mar.
Numa manhã tudo estava ardendo
numa manhã as fogueiras
saíam da terra
consumindo seres,
e desde então fogo,
pólvora desde então,
e desde então sangue.
Bandidos com aviões e com mouros,
bandidos com sortelias e duquesas,
bandidos com frades negros bendizendo
vinham pelo céu para matar crianças,
e pelas ruas o sangue das crianças
corria singelamente como sangue de crianças.
Chacais que o chacal rejeitaria,
pedras que o cardo seco morderia cuspindo,
víboras que as víboras odiaram!
Diante de vós vi o sangue
da Espanha se levantar
para afogar-vos numa só onda
de orgulho e de facas!
Generais
traidores:
olhai a minha casa morta,
olhai a Espanha rompida:
mas de cada casa morta surge metal ardendo
em vez de flores,
mas de cada buraco da Espanha
surge a Espanha,
mas de cada criança morta surge um fuzil com olhos,
mas de cada crime nascem balas
que vos encontrarão um dia o espaço
do coração.
Perguntareis por que a sua poesia
não nos fala do sonho, das folhas,
dos grandes vulcões da sua terra natal?
Vinde ver o sangue pelas ruas,
Vinde ver
o sangue pelas ruas,
vinde ver o sangue
pelas ruas.
Oda à Araucaria Araucana
Poema de Pablo Neruda
Tradução de Pedro Sevylla de Juana
Alta sobre a terra
te puseram,
dura, formosa Araucaria
dos austrais
montes,
torre de Chile, ponta
do território verde,
pavilhão do inverno,
nave
da fragrância.
Agora, sem embargo,
não por bela
te canto,
senão pel racemo da tua espécie,
pela tua fruta fechada,
pelo teu pinhão aberto.
Antanho,
antanho foi quando
sobre os índios
se abriu
como uma rosa de madeira
o colosal punhado
do teu punho,
e deixou
sobre
a molhada terra
os pinhões:
farinha, pão silvestre
do indomável
Arauco.
Vede a guerra
armados
os guerreiros
de Castela
e os seus cavalos
de galvânicas
crines,
e frente
a eles
o grito
dos nus
heróis,
voz do fogo, faca
de dura pedra parda,
lanças enlouquecidas
na mata,
tambor,
tambor
sagrado,
e adentro
da selva
o silencio,
a morte
se retrocedendo,
a guerra.
Então, no último
bastião verde,
espalhadas
pela fugida,
as lanças
da selva
se reuniram
debaixo das araucárias
espinhosas.
A cruz,
a espada,
a fome
iam dizimando
a família selvagem.
Pavor,
pavor dum golpe
de ferraduras,
batido duma folha,
vento,
dor
e chuva.
Num pronto
se estremeceu lá acima
a Araucaria,
araucana,
tremeram
as suas ilustres
raízes,
os espinhos
hirsutos
do poderoso
pavilhão
tiveram
um movimento
sombrio
de batalha:
rugiu como onda
de leões
toda a folhagem
da selva
dura
e então
caiu
um marulho
de pinhões:
os amplos
estojos
se romperam
contra o solo, contra
a pedra protegida
e desgranaram
a sua fruta,o pão postremo
da patria.
Assim a Araucania
recompôs
as suas lanças de agua e ouro,
soçobraram as matas
debaixo do assobio
do valor
ressurreto
e avançaram
as cinturas
violentas como rafadas,
as
penas
incendiárias do Cacique
pedra queimada
e flecha voadora
atalharam
ao invasor de ferro
no caminho.
Araucaria,
folhagem
de bronze com espinhos,
graças
te doou
a ensanguentada estirpe,
graças
te doou
a terra protegida,
graças
pão de valentes
alimento
oculto
na molhada aurora
da patria:
coroa verde,
límpida
mãe dos espaços
lâmpada
do frio
território,
hoje
me doa
luz sombria,
a imponente
segurança
hasteada
sobre as suas raízes
e abandona no meu canto
a herança
e o assobio
do vento que te roça,
do antigo
e tempestuoso vento
da minha patria.
Deixa cair
na minha alma
as tuas romãs
para que as legiões
se alimentem
da tua espécie no meu canto.
Árvore nutriente, me entrega
a terreal argola que te amarra
na entranha chuvosa
da terra,
me entrega a tua resistência, o rosto
e as raízes
firmes
contra a inveja,
a invasão, a codícia,
o desacato.
As tuas armas deixas e velas
sobre o meu coração,
sobre os meus,
sobre os ombros
dos intrépidos,
porque à mesma luz de folhas e aurora,
areias e folhagens
eu vou com as bandeiras
ao chamado
profundo do meu povo!
Araucaria araucana,
aqui me tens.
Ode a Don Jorge Manrique
Poema de Pablo Neruda
Tradução de Pedro Sevylla de Juana
Adiante, disse-lhe,
e entrou o bom cavaleiro
da morte.
Era de prata verde
a sua armadura
e os seus olhos
eram
como a agua marinha.
As suas mãos eo seu rosto
eram de trigo.
Fala, disse-lhe, cavaleiro
Jorge,
não posso
opor senão o ar
às tuas estrofes.
De ferro e sombra foram,
de diamantes
obscuros
e cortadas
ficaram
no frio
das torres
da Espanha,
na pedra, na agua,
na língua.
Então, ele me disse:
“É a hora
da vida.
Ai
se pudera
morder uma maçã,
apalpar a polvorenta
suavidade da farinha.
Ai se de novo
o cântico…
não à morte
daria
a minha palavra…
Creio
que o tempo obscuro
nos cegou
o coração
e as suas raízes
baixaram e baixaram
às tumbas,
comeram
com a morte.
Sentença e oração foram as rosas
de aquelas sepultadas
primaveras
e, solitário trovador,
andei
calado nas moradas
transitórias:
todos os passos iam
a uma solene
eternidade
vazia.
Agora
me parece
que não está só o homem.
Nas suas mãos
elaborou
como si fosse um duro
Pão, a esperança,
A terrestre
esperança”.
Mirei e o cavaleiro
de pedra
era de ar.
Já não estava na cadeira.
Pela aberta janela
se estendiam as terras,
os países,
a luta, o trigo,
o vento
Graças, disse, dom Jorge, cavaleiro.
E regressei ao meu dever de povo e canto.
DIÁLOGOS POÉTICOS ENTRE NERUDA E LORCA
Ester Abreu Vieira de Oliveira
Na história literária em língua espanhola, constantemente, encontramos escritores da Espanha falando sobre a América e desse continente falando sobre aquele país. Um exemplo são os cronistas Francisco López de Gomara e Bernal Díaz del Castillo narrando costumes e descrevendo regiões americanas ou o poeta/guerreiro Ercilla cantando os bravos guerreiros araucanos e seus costumes. Também houve americanos ou mestiços, como o Inca Garcilaso, que narraram costumes de um povo americano ou descreveram seus costumes em língua espanhola, que pela sintaxe e estilo os tornam integrantes do quadro dos literatos peninsulares. Junto a esse nome poderíamos acrescentar os dos escritores Juan Ruíz de Alarcón e Sor Juana Inés de la Cruz. Houve, também, escritores hispano-americanos que se sensibilizaram com a cultura espanhola e descreveram-na com entusiasmo, citamos como exemplo Carlos Reyeles.
Nesse cenário literário, o idioma básico da comunicação entre europeus e hispano-americanos foi e é o espanhol (castelhano). Ele está integrado na cultura do povo. isso tem sido a causa, sem ‘duvida, da amizade entre os escritores latino-americanos, de sua identidade de gosto e de ideologia. Sobre esse aspecto, um exemplo é Rubén Darío, o nicaragüense que, com um estilo florido, temas exóticos, desenvolvidos no meio de jardins muito bem cuidados, por onde caminhavam princesas, centauros e pavões, envolveu os escritores hispano-americanos em sua magia, trazendo para a literatura em língua espanhola novos ritmos e uma nova escola literária: a dos modernistas. Os exemplos de integração entre o povo espanhol e os povos hispano-americanos se estendem. O cruzamento cultural teve início com a chegada dos súditos dos reis Fernando e Isabel à América, quando ocorreu, já desde a carta de Colombo, a inclusão de vocábulos indígenas ao léxico espanhol. Segue-se a esse fato o processo de cristalização cultura unido às imposições do vencedor. Como disse Neruda, o espanhol levou o ouro que a terra oferecia, mas deixou, em contrapartida, um veículo de comunicação: a língua. No texto abaixo seguem as palavras de Neruda: (1987, p. 51)
Que bom idioma o meu, que boa língua herdamos dos conquistadores torvos. Estes andavam a passos largos pelas tremendas cordilheiras, pelas Américas encrespadas, buscando batatas, butifarras, feijõezinhos, tabaco negro, ouro, milho, ovos, fritos, com aquele apetite voraz que nunca mais se viu no mundo… tragavam tudo; religiões, pirâmides, tribos, idolatrias iguais às que eles traziam em suas grandes bolsas… Por onde passavam a terra ficava arrasada… Mas caíam das botas dos bárbaros, das barbas, dos elmos, das ferraduras, como pedrinhas, as palavras, as palavras luminosas que permaneceram aqui resplandescentes… O idioma. Saímos perdendo… Saímos ganhando… Levaram o ouro nos deixaram o ouro… Levaram tudo e nos deixaram tudo… Deixaram-nos as palavras. (1987, p. 61).
No entanto, reconhecia Neruda uma diferença entre o espanhol falado na América e o falado na Espanha e uma diferença na maneira de ser de um espanhol e de um latino-americano. Sobre isso disse ele:
Os espanhóis de minha geração eram mais fraternais, mais solidários e mais alegres que meus companheiros da América latina. Comprovei, ao mesmo tempo, que nós éramos mais universais, mais familiarizados com outras línguas e outras culturas. (1987, p. 116).
Entre americanos e espanhóis, o idioma nos separa algumas vezes. Mas, sobretudo, é a ideologia do idioma a que se parte em dois. A beleza congelada de Gôngora não convém a nossas dimensões e não há poesia espanhola, nem a mais recente, sem o travo, sem a opulência gongórica. As camadas estratificadas da América são de pedra poeirenta, de larva triturada, de argila com sangue. Não sabemos lapidar o cristal. Nossos preciosistas soam vazios. Uma só gota de vinho de Martín Fierro ou do mel turvo de Gabriela Mistral os põe em seu devido lugar: bem arrumadinhos no salão como jarrões de flores de outra parte.(1987, p. 265-266)
E é, no meio de uma grande simpatia de almas irmanadas em uma língua idêntica, que se processou o diálogo de Neruda e Lorca. Na sensibilidade poética, eles se identificam, pois na obra de um deparamos com alguns motivos e expressões poéticas que lembram a do outro. Naturalmente, que esse é um fato que costuma ocorrer em nossas leituras: o de um texto nos remeter a outro. Essa intertextualidade é muito própria da linguagem poética, dado o seu valor de diálogo. A relação entre os textos ocorre por reminiscência ou por transformação de escrituras anteriores ou sincrônicas. Pode ser obra de um acaso ou de um gosto.
Quando se fala em poesia, a primeira coisa que se pensa é em ritmo e música. Mas ela é imagem, resultante de uma reflexão sobre o universo. Ela é intérprete do sentimento de uma época, de um povo, de um homem, num certo momento, diante de uma determinada realidade. Aquele que a cria tem para com o seu universo sua própria maneira de abordagem que chega até ele pelos arquétipos, pelas leituras, pelas conversas, isto é, por várias vias. A realidade que cria tem a verdade de sua existência. Suas imagens poéticas têm a sua própria lógica na recriação do ser independente de qualquer contato, porque são verdades de ordem psicológica. Visto desta forma, o diálogo de texto não é pobreza, mas identificação na seleção dos recursos expressivos, e as almas gêmeas se entendem, pois eles se coincidem na visão do mundo. Assim é possível sentir nos versos de Neruda ecos dos de Lorca.
No Canto general (CG) em «La noche en Chuquicamata», Neruda lamenta: «Era verde la sangre de esas tierras» (1980, p. 384) e no Romancero gitano (RG), no poema «Romance sonâmbulo», Lorca descreve um ambiente lúgubre: «Verde viento. Verdes ramas. (…) verde carne, pelo verde». (1980 p. 400). No CG em «Recuerdo al viejo descubridor», Neruda, desiludido com o descobrimento, diz: «Mientras en el vacío la sortija y el hueso/caen, resbalan sobre la vaca marina» (p. 308) e no Llanto por Ignacio Mejías, (Llanto…) ‘La sangre derramada», Lorca narra: «La vaca del viejo mundo/ pasaba su triste lengua/ sobre un hocico de sangres» (p. 553) e em Poeta en Nueva York, (PNY) no poema «Vaca», descreve a lua : «Se tendió la vaca herida/ árboles y arroyos trepaban por sus cuernos./ Su hocico sangraba en el cielo «(p. 497).
No CG em «Alturas de Macchu Picchu», parte VI, aparece a personificação do vento: «el aire entró con dedos/ de azahar sobre todos los dormidos» (p. 266) e em Lorca, no RG, «Romance de Preciosa y el aire», também aparece uma personificação do ar «al verla se ha levantado/ el viento, que nunca duerme. / San Cristobalón desnudo, / lleno de lenguas celestes, / mira a la niña tocando,/ una dulce gaita ausente,/ Niña, deja que levante/tu vestido para verte. / Abre en mi dedos antiguos/ la rosa azul de tu vientre». (p. 395)
Em Neruda CG em «Alturas de Machu Picchu», XI, (p.274) encontramos o motivo «rio»na comparação «como un río de rayos amarillos,/ como un río de tigres enterrados» e em «Los conquistadores» XVI, «quiero llorar como los ríos». Em Lorca aparece el motivo del «río» em Llanto … em «La sangre derramada», como forma de dar ênfase à coragem do toureiro: «Como un río de leones/ su maravillosa fuerza» e , também. com a idéia de intensidade, como em PNY, no poema «New York»: «Debajo de las sumas un río de sangre tierna;/ un río que viene cantando/ por los dormitorios de los arrabales.(p. 517). Em Neruda , no CG em «La lámpara em la tierra», também, adquire o motivo «rio» o mesmo significado de intensidade, em: «río de razas»
Em poemas dos dois poetas aparece o motivo do sangue e da morte. Lorca em PNY em «El rey Harlen», escreve: «La sangre no tiene puertas en vuestras noche boca arriba./ no hay rubor / sangre furiosa por debajo de las pieles, / viva en la espina del puñal y en el pecho de los paisajes, / bajo las pinzas y las retamas de la celeste luna de cáncer. / Sangre que busca por mil caminos muertes enharinadas y ceniza de nardo»(p. 459), e em Llanto… disse, lamentando a morte do toureiro, «Y su sangre ya viene cantando; / cantando por marismas y praderas, / resbalando por cuernos ateridos, / vacilando sin alma, oscura, triste lengua, / para formar un charco de agonía/ junto al Guadalquivir de las estrellas» (p.555), enquanto Neruda escreve sobre esse motivo no CG, em «Las flores de Punitaqui, X», «La muerte abriendo caminos, / La muerte deslizándose en los muros, XI, «La muerte iba mandando y recorgiendo / en lugares y tumbas su tributo», em «Alturas de Macchu Picchu» escreve: «Hablad por mis palabras y mi sangre».
Os exemplos de semelhanças de motivos empregados em seus respectivos poemas são marcantes, como também a amizade, estabelecida entre esses dois poetas, iniciada em 1933, quando Neruda era o Cônsul do Chile em Buenos Aires e Lorca foi a essa cidade para assistir à estréia de sua obra Bodas de sangre. Na obra de Neruda Confesso que vivi (1987) (Confesso), livro de memórias onde entre os relatos autobiográficos e referência à sua poética, há menções interessantes à essa amizade, à camaradagem, alegria infantil, fácil verbosidade do poeta espanhol. Sobre o temperamento alegre de Lorca relata Neruda: Uma vez recebi de Federico um apoio inesperado numa aventura erótica cósmica. Tínhamos sido convidados uma noite por um desses milionários que só a Argentina ou os Estados Unidos podiam produzir […]. Federico e eu nos sentamos à mesa perto do dono de casa e em frente a uma poetisa alta, loura e diáfana, cujos olhos verdes eram dirigidos mais a mim que a Federico durante o jantar. […]. Levantando-nos depois de comer junto com a poetisa e com Federico, a quem todos festejavam e que divertia a todos. Afastamo-nos até a piscina iluminada. García Lorca ia na frente sem deixar de rir e de falar. Estava feliz como de costume. A felicidade era sua pele. (1987, p. 114)
Contudo, se por um lado Neruda (e outros) apreciavam a verbosidade e a alegria de Lorca, por outro lado, também, outros viam em Neruda força, simpatia, vitalidade e apego à vida. um exemplo desta admiração está na biografia de Neruda, narrada por Margarida Aguirre em Las vidas de Pablo Neruda: Necesita estar rodeado de amigos y los tiene en todo el mundo. Con ellos le gusta comer y beber, conversar y divertirse. y hacer bromas (…) Le gusta comer y beber es difícil adivinarlo a través de su poesía […] empieza desde temprano a desear una comida determinada, la manda comprar y cocinar, convida a sus amigos y es feliz comiéndola […]
Em 1934, os laços de amizade entre o poeta chileno e o poeta espanhol reforçam, quando Neruda foi designado cônsul em Barcelona e vai a Madri fazer conferências e recitais na Universidade. O apresentador será Lorca. Luís Enrique Délano narrou que, um dia, na faculdade de Filosofia y Letras de Madrid, Lorca e Neruda apareceram e ele teve a oportunidade de presenciar Lorca fazendo uma apresentação cálida e afetuosa de Neruda, seguida de uma leitura de versos de Neruda. Segue um fragmento dessa acolhida: Esto que yo hago se llama una presentación en el protocolo convencional de conferencias y lecturas, pero yo no presento, porque a un poeta de la calidad del chileno Pablo Neruda no se le puede presentar, sino que con toda sencillez, y cobijado por mi pequeña historia de poeta, señalo, doy un suave, pero profundo toque de atención. Y digo que os dispongáis para oír a un auténtico poeta, de los que tienen sus sentidos amaestrados en un mundo que no es el nuestro y que poca gente percibe. Un poeta más cerca de la muerte que de la filosofía; más cerca del dolor que de la inteligencia; más cerca de la sangre que de la tinta. Un poeta lleno de voces misteriosas que, afortunadamente, él mismo, no sabe descifrar; de un hombre verdadero que ya sabe que el junco y la golondrina son más eternos que la mejilla dura de la estatua. […] Yo os aconsejo oír con atención a este gran poeta y tratar de conmoveros con él, cada uno a su manera. La poesía requiere un larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir […] (1990, v. 1, p.1220)
Em 1935, Neruda exercia o cargo de Cônsul em Barcelona e foi transferido para Madrid, onde era cônsul Gabriela Mistral. Foi uma feliz troca para ambos, pois Mistral tinha amigos em Barcelona e Neruda em Madri, entre eles, Lorca. No período em que estava nessa cidade, Neruda compôs alguns poemas de Residencia en la tierra, alguns já havia escrito no Oriente. O ambiente de língua comum e o meio de fraternal e cálida amizade, proporcionada por alguns poetas espanhóis como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre e Miguel Hernández. Esses anos foram muito representativos na vivência de Neruda: novas amizades, novas leituras e reeleituras e o encontro com Delia del Carril, mulher inteligente e sensível, que será a sua companheira de muitos anos. Sobre a amizade com os poetas espanhóis e a crítica que Juan Ramón Jiménez fazia a Lorca, Alberti e Guillén e a ele próprio Neruda narra em Confessoi, 1) p.115, 2) p. 117 e 3) p. 158:
1) Ao chegar a Madri, convertido da noite para o dia e por um passe de mágica em cônsul chileno na capital da Espanha, conheci todos os amigos de García Lorca e de Alberti. Eram muitos. Em poucos dias eu fazia parte do grupo dos poetas espanhóis. Naturalmente espanhóis e americanos somos diferentes, diferença essa que mantemos sempre com recíproco orgulho e desacerto.
2) Com Federico e Alberti que vivia perto de minha casa numa água furtada sobre um arvoredo, o arvoredo perdido, com o escultor Alberto, padeiro de Toledo que já era então mestre da cultura abstrata, com Altolaguirre e Bergamín, com o grande poeta Luís Cernuda, com Vicente Aleixandre, poeta e dimensão ilimitada, com o arquiteto Luís Lacasa, com todos eles formando um só grupo, ou em vários, nos víamos diariamente em casas e cafés.
3) Os jovens – García Lorca, Alberti, assim como Jorge Guillén e Pedro Salinas – eram perseguidos tenazmente por Juan Ramón, um demônio barbudo que cada dia lançava sua seta contra este ou aquele […]
Em 1936, a vida de Neruda sofre uma transformação quando se desencadeia a guerra Civil Espanhola e Lorca é assassinado. Esses dois acontecimentos estão relatados em seus livros. Um exemplo é o poema a Rafael Alberti no CG, onde, fazendo referência a esse período catastrófico da história espanhola e à morte de Lorca, disse que esta foi um equívoco, porque a quem queriam matar era a Rafael Alberti:
Iremos, Rafael adonde yace
aquel que con sus manos y las tuyas
la cintura de España sostenía.
El muerto que no pudo morir, aquel a quien tú guardas,
porque solo tu existencia lo defiende.
Allí está Federico, pero hay muchos que, hundidos, enterrados
entre las cordilleras españolas, caídos
injustamente, derramados,
perdido cereal en las montañas,
son muertos, y nosotros estamos en su arcilla.
Tú vives porque siempre fuiste un dios milagroso.
A nadie más que a ti te buscaron, querían
devorarte los lobos, romper tu poderío.
Cada uno quería ser gusano en tu muerte.
Pues bien, se equivocaron. Es tal vez la estructura
de tu canción, intacta transparencia,
armada decisión de tu dulzura,
dureza, fortaleza delicada,
la que salvó tu amor para la tierra (p. 600)
Em «Fuego Cruel», na terceira parte de Memorial de Isla Negra, encontramos também esses dois motivos:
¡Aquella guerra! El tiempo
un año y otro y otro
deja caer como si fueran tierra
para enterrar
aquello
que no quiere morir: claveles,
agua,
cielo,
la España, a cuya puerta toqué, para que abrieran,
entonces, allá lejos,
y una rama cristalina
me acogió en el estío
dándome sombra y claridad,
frescura
de antigua luz que corre
desgranada
en el canto:
de antiguo canto fresco
que solicita
nueva
boca para cantarlo.
Y allí llegué para cumplir mi canto.
ya he cantado y contado
lo que con manos llenas me dio España,
y lo que me robó con agonía,
lo que de un rato a otro
me quitó de la vida
sin dejar en el hueco
más que llanto,
llanto del viento en una cueva amarga,
llanto de sangre sobre la memoria. […] (p.1053)
Y luego aquellas muertes que me hicieron
tanto daño y dolor
como si me golpearan hueso a hueso:
las muertes personales
en que también tú mueres.
Porque allí a Federico y a Miguel
los amarraron a la cruz de España,
les clavaron los ojos y la lengua,
los desangraron y quemaron vivos,
los blasfemaron y los insultaron,
los hicieron rodar por los barrancos
aniquilados
porque sí, porque no, porque así fue […] (p. 1055)
Nesse ano, Neruda foi demitido do consulado e passou a militar pela causa espanhola. Em 1939, foi nomeado Cônsul em Paris e teve ali a oportunidade de transferir muitos refugiados espanhóis para o Chile. Em Memorial de Isla Negra, ele faz referência a esse ato seu na parte «Misión de amor» (p. 1057-1058):
Yo los puse en mi barco.
Era de día y Francia
su vestido de lujo
de cada día tuvo aquella vez, […]
Mi navío esperaba con su remoto nombre […]
Pero mis españoles no venían
de Versalles,
del baile plateado, […]
no, de allí no venían,
no, de allí no venían.
De más lejos,
de campos y prisiones […]
por mi boca llamados
acudieron, […]
se iba poblando el barco
que partía a mi patria.
yo sentía en los dedos
las semillas
de España
que rescaté yo mismo, y esparcí
sobre el mar, dirigidas
a la paz
de las praderas.
Em 1937, Neruda publicou España en el corazón que hoje se encontra na «Terceira residência». Nesse poema, o poeta chileno se dirige às pessoas lutadoras, a homens e mulheres sofridas e a cidades arruinadas. Apresenta um mundo caótico, onde é testemunha de ruídos de metralhadoras e de aviões cruzando o ar, de membros decepados e de sangue derramado. Num ambiente desagradável, ele se recorda de um tempo de tranqüilidade e beleza ele procura ativar a memória de seus amigos, muito especialmente, a de Federico García Lorca, como num diálogo com ele, no além:
Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.
Desde allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chuiquillos.
Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca? (p. 187)
Em 1940, Neruda foi designado Cônsul Geral no México. Em 1943 voltou ao Chile, publicou obras, esteve na Argentina e no Brasil, ganhou prêmios literários e filiou-se ao partido comunista. Em 1949, por motivos políticos, fugindo do Chile, cruzou a cavalo a Cordilheira e foi para a Europa. Lá visitou os países soviéticos e retornou ao México. De 1950 a 1951, publicou o CG, visitou vários países e ganhou o Prêmio Internacional da Paz. A partir dessa época foram anos de muita ação para Neruda: viagens, fugas, militância ideológica, publicações, encontros e desencontros amorosos, homenagens e morte. Em «um poeta debe ser un mito», Neruda diz que os poetas são mitos e que não devem morrer de morte natural. Devem continuar em alguma região remota, navegando e criando poesia.
A vida de Lorca foi cheia de amizade, vida, enfim ação, mas a morte o fez mito. Lorca nasceu em Fuentevaqueos, perto da cidade de Granada. Teve uma infância tranqüila. Foi rodeado de carinho. Estudou em Granada e Madri. Na Residência de Estudiantes, em Madri, entravou amizade com vários jovens, futuros nomes mundiais: Dali, Buñuel e Alberti. Participou da vida literária espanhola e divulgou obras de dramaturgos clássicos no seu teatro itinerante: La Barraca. Esteve em New York, Cuba e Buenos Aires. Por onde andava deixava a marca de sua simpatia. Era seu poder central, seu meio de comunicação com os demais. Dizem que logo à primeira vista ou se gostava de Lorca ou se tinha por ele uma forte antipatia, como aconteceu com Borges quando o conheceu, que o detestou. Mas sobre o encanto pessoal de Lorca, disse Neruda em Confesso, p. 120-121:
Que poeta! Nunca vi reunidos como nele a graça e o gênio, o coração alado e a cascata cristalina. Federico García Lorca era o duende dissipador, a alegria centrífuga que recolhia no seio e irradiava como um planeta a felicidade de viver. ingênuo e brincalhão, cômico e provinciano, músico singular, mímico esplêndido, impressionável e supersticioso, radiante e gentil, era uma espécie de resumo das idades da Espanha, do florescimento popular, um produto árabe-andaluz que iluminava e perfumava como um jasmineiro todo o cenário daquela Espanha, ai de mim, desaparecida.
Seduzia-me o grande poder de García Lorca e me interessava tudo o que escrevia, por sua vez, ele me pedia às vezes que eu lesse para ele meus últimos poemas e, no meio da leitura, me interrompia aos gritos: não continua, não continua, que me influências! No palco e no silêncio, na multidão e na intimidade, era um multiplicador da beleza. nunca vi ninguém com tanta magia nas mãos, nunca tive um irmão mais alegre. Ria, cantava, fazia música, saltava, inventava, era uma chispa constante. pobrezinho tinha todos os dons do mundo e, assim como foi um trabalhador de ouro, uma abelha-mestra de poesia maior, era um perdulário de seu talento. Escuta dizia, tomando-me pelo braço, está vendo essa janela? Não achas que é chopertélica?
-E que significa chorpetélica?
Também não sei mas temos que saber o que é ou não chopetélico.Senão estamos perdidos. Olha esse cachorro como é chorpetélico!
Assim, criativo e cheio de vida, ele soltava freqüentemente o riso e diversificava as atividades; poeta lírico, pintor, dramaturgo de tragédia e farsa, diretor teatral, compositor, pianista, declamador e conferencista. Possui uma poesia contemplativa, de caráter visual, metafórica, retrospectiva, atual e presente. Só fala de uma natureza conhecida, porque Lorca conhece não apenas o valor simbólico de cada planta ou animal que apresenta, mas também as crenças e superstições populares. Desde o primeiro livro Libro de poemas (1921), estas qualidades aparecem, mas elas se aprimorarão mais nos próximos. Assim no R G (1928), Lorca mostrou o domínio do uso da metáfora de uma tal forma que materializou até conceitos abstratos. Com essa obra se consagrou como poeta popular espanhol. Neruda, quando escreveu, em Confesso (p. 47), sobre os seus primeiros livros, falou da insatisfação que lhe proporcionava o sucesso que teve o poema «Farewell» de Crepusculario»( 1920-1903):
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niños triste, como yo, nos mira.
Por esa vida que andará en sus venas
tendrían que amararse nuestras vidas.
por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
por sus ojos abiertos en la tierra
verá en los tuyos lágrimas un día.
Quando ia a alguma reunião, referiam-se imediatamente a ele recitando-o de memória ou pedindo-lhe que o fizesse. O mesmo sucedia com Lorca, segundo Neruda, com referência ao sucesso de seu poema «La casada infiel». Deflagrada a Guerra Civil Espanhola, Lorca buscou proteção em Granada, mas foi preso e fuzilado em 19 de agosto de 1935. No dia de sua morte, segundo Neruda, os dois deveriam ir a um circo. Sobre este frustrado encontro e sobre Lorca e a admiração que por ele sentia disse Neruda: Federico faltou ao encontro marcado. Já estava a caminho da morte. Nunca mais nos vimos. Seu encontro era com outros estranguladores. E desse modo a guerra da Espanha, que mudou minha poesia, começou para mim com o desaparecimento de um poeta.
O discurso a dois, que Lorca e Neruda pronunciaram em Buenos Aires, em louvor a Rubén Darío, em 1934, a que deram o nome de «discurso al alimón», imitando um dos lances da tourada «toreo al alimón», quando dois toureiros, irmãos ou consangüíneos, cobertos com a mesma capa se defendem do touro, é o exemplo de uma atuação entre dois poetas irmãos no gosto e no idioma, como podemos ver nas palavras finais do discurso:
N. – Federico García Lorca, español, y yo chileno, declinamos la responsabilidad de esta noche de camaradas, hacía esa gran sombra que cantó más altamente que nosotros, y saludó con vos inusitada a la tierra argentina que pisamos.
L – Pablo Neruda, chileno, y yo, español, coincidimos en el idioma y en el gran poeta nicaragüense, argentino, chileno y español, Rubén Darío…
N e L –… por cuyo homenaje y gloria levantamos nuestros vasos. (1980, v.1, p. 1228)
A amizade entre os dois poetas gerou a «Oda a Lorca» de Neruda, que se encontra em Residencia en la tierra (1980, p.139).
SI pudiera llorar de miedo en una casa sola,
si pudiera sacarme los ojos y comérmelos,
lo haría por tu voz de naranjo enlutado
y por tu poesía que sale dando gritos.
Porque por ti pintan de azul los hospitales
y crecen las escuelas y los barrios marítimos,
y se pueblan de plumas los ángeles heridos,
y se cubren de escamas los pescados nupciales,
y van volando al cielo los erizos:
por ti las sastrerías con sus negras membranas
se llenan de cucharas y de sangre
y tragan cintas rotas, y se matan a besos,
y se visten de blanco.
Cuando vuelas vestido de durazno,
cuando ríes con risa de arroz huracanado,
cuando para cantar sacudes las arterias y los dientes,
la garganta y los dedos,
me moriría por lo dulce que eres,
me moriría por los lagos rojos
en donde en medio del otoño vives
con un corcel caído y un dios ensangrentado,
me moriría por los cementerios
que como cenicientos ríos pasan
con agua y tumbas,
de noche, entre campanas ahogadas:
ríos espesos como dormitorios
de soldados enfermos, que de súbito crecen
hacia la muerte en ríos con números de mármol
y coronas podridas, y aceites funerales:
me moriría por verte de noche
mirar pasar las cruces anegadas,
de pie llorando,
porque ante el río de la muerte lloras
abandonadamente, heridamente,
lloras llorando, con los ojos llenos
de lágrimas, de lágrimas, de lágrimas.
Si pudiera de noche, perdidamente solo,
acumular olvido y sombra y humo
sobre ferrocarriles y vapores,
con un embudo negro,
mordiendo las cenizas,
lo haría por el árbol en que creces,
por los nidos de aguas doradas que reúnes,
y por la enredadera que te cubre los huesos
comunicándote el secreto de la noche.
Ciudades con olor a cebolla mojada
esperan que tú pases cantando roncamente,
y silenciosos barcos de esperma te persiguen,
y golondrinas verdes hacen nido en tu pelo,
y además caracoles y semanas,
mástiles enrollados y cerezas
definitivamente circulan cuando asoman
tu pálida cabeza de quince ojos
y tu boca de sangre sumergida.
Si pudiera llenar de hollín las alcaldías
y, sollozando, derribar relojes,
sería para ver cuándo a tu casa
llega el verano con los labios rotos,
llegan muchas personas de traje agonizante,
llegan regiones de triste esplendor,
llegan arados muertos y amapolas,
llegan enterradores y jinetes,
llegan planetas y mapas con sangre,
llegan buzos cubiertos de ceniza,
llegan enmascarados arrastrando doncellas
atravesadas por grandes cuchillos,
llegan raíces, venas, hospitales,
manantiales, hormigas,
llega la noche con la cama en donde
muere entre las arañas un húsar solitario,
llega una rosa de odio y alfileres,
llega una embarcación amarillenta,
llega un día de viento con un niño,
llego yo con Oliverio, Norah
Vicente Aleixandre, Delia,
Maruca, Malva Marina, María Luisa y Larco,
la Rubia, Rafael Ugarte,
Cotapos, Rafael Alberti,
Carlos, Bebé, Manolo Altolaguirre,
Molinari,
Rosales, Concha Méndez,
y otros que se me olvidan.
Ven a que te corone, joven de la salud
y de la mariposa, joven puro
como un negro relámpago perpetuamente libre,
y conversando entre nosotros,
ahora, cuando no queda nadie entre las rocas,
hablemos sencillamente como eres tú y soy yo:
para qué sirven los versos si no es para el rocío?
Para qué sirven los versos si no es para esa noche
en que un puñal amargo nos averigua, para ese día,
para ese crepúsculo, para ese rincón roto
donde el golpeado corazón del hombre se dispone a morir?
Sobre todo de noche,
de noche hay muchas estrellas,
todas dentro de un río
como una cinta junto a las ventanas
de las casas llenas de pobres gentes.
Alguien se les ha muerto, tal vez
han perdido sus colocaciones en las oficinas,
en los hospitales, en los ascensores,
en las minas,
sufren los seres tercamente heridos
y hay propósito y llanto en todas partes:
mientras las estrellas corren dentro de un río interminable
hay mucho llanto en las ventanas,
los umbrales están gastados por el llanto,
las alcobas están mojadas por el llanto
que llega en forma de ola a morder las alfombras.
Federico,
tú ves el mundo, las calles,
el vinagre,
las despedidas en las estaciones
cuando el humo levanta sus ruedas decisivas
hacia donde no hay nada sino algunas
separaciones, piedras, vías férreas.
Hay tantas gentes haciendo preguntas
por todas partes.
Hay el ciego sangriento, y el iracundo, y el
desanimado,
y el miserable, el árbol de las uñas,
el bandolero con la envidia a cuestas.
Así es la vida, Federico, aquí tienes
las cosas que te puede ofrecer mi amistad
de melancólico varón varonil.
Ya sabes por ti mismo muchas cosas.
Y otras irás sabiendo lentamente.
Naturalmente, o poeta chileno, tocado pela amabilidade, companhia e sincera generosidade de Federico, escreveu as onze estrofes dsse poema, na primavera de 1935, talvez, para o aniversário de Federico no dia 05 de junho, como reconhecimento da calorosa acolhida por parte dos poetas espanhóis, principalmente dos jovens da chamada «Generación del 27». Contudo, além da admiração, gratidão e afeto, há, nessa ode, uma íntima alegria e desabafo por esse sentimento de amizade. Neruda exalta o homem e a sua obra poética, mediante alusões contraditórias como «cementerio», «cenicientos», «ríos», «agua y tumbas», «campos ahogados», «coronas podridass», «aceites funerales»,»río de la muerte», «embudo negro», «cenizas», «joven puro como negro relámpago». Inexplicavelmente, ou como uma premonição, própria das pessoas sensíveis e dos poetas, essa ode mostra como seria o fim da vida de Lorca, como também aconteceu com a cena presenciada por Lorca de porcos semi-selvagens comendo um tenro carneirinho, consoante a narrativa de Neruda em Confesso, p. 122. Assim termina ele: «Vi depois, cada vez com maior clareza, que aquele acontecimento foi a representação antecipada de sua morte a premonição de sua incrível tragédia».
A escura luminosidade que aparece em «Oda» (Cf. v. 95) é um caminho para chegar à legitimação textual da escuridão. O poema contém 11 estrofes e um total de 127 versos. Ele tem um tom elegíaco e, no entanto, Neruda o escreveu antes do início da guerra civil, quando Federico vivia em todo o seu apogeu e glória. Na primeira estrofe, iniciada com a condicional si, o eu poético se despe de todo poder, humilha-se para enaltecer um outro poeta que tem a voz de laranjeira enlutada «de naranjo» e uma poesia que «sai dando gritos». Com o lexema «naranjo» direciona-nos para a região espanhola de Andaluzia, centro temático da quase totalidade das obras de Lorca. Com «enlutado» e «sale dando gritos»sintetiza o posicionamento de Lorca, suas inquietações, ao expressar dolorosa e tragicamente o tema andaluz.
Na segunda estrofe, versos de 5 a 13, há uma justificativa da mutilação, do sacrifício apresentado anteriormente pelo eu poético, por isso inicia a estrofe com a causal porque. Nesta parte aparece a imagem de «hospitais azuis». Sobre essa imagem Neruda nos relata um fato curioso em Confesso (p.121): certa vez, foi fazer uma conferência sobre García Lorca, quando este já estava morto, um dos espectadores quis saber o porquê dessa cor azul dos hospitais. Neruda lhe respondeu: […] fazer perguntas desse tipo a um poeta é como perguntar a idade das mulheres. A poesia não é uma matéria estática mas uma corrente fluida que muitas vezes escapa das mãos do próprio criador. Sua matéria prima está composta de elementos que são e ao mesmo tempo não são, de coisas existentes e inexistentes. De qualquer modo tratarei de responder-lhe com sinceridade. Para mim a cor azul é a mais bela das cores […]
Está claro que esta expressão poética – «pintan de azul los hospitales» é uma necessidade poética, é a sua escolha para melhor lembrar a presença de Federico, a sua magia pessoal, transformadora, seu poder de espalhar a alegria ao seu redor. Como a tristeza se desfazia perto dele, sob sua influência os hospitais se modificariam. Doença, tristeza, angústia, pessimismo não mais aí habitariam. Nesse belo edifício «azul»reinaria a alegria, a esperança, a fé e o otimismo. A presença do poeta homenageado é transformadora e fertilizante (verso 6), encobre a dor, o luto e tristeza, verso 7, provoca o surgimento de coisas extraordinárias, dando beleza, vida, alimento e amor ao feio e banal. (versos. 10 ss.)
Na terceira estrofe, iniciada com a temporal cuando, v. 14, o tempo é transformador. É um tempo mítico. Nele estão momentos de significação extraordinária e de momentos de força real suprema, de possibilidades futuras. A condicional do verso inicial do poema continua dominando as enumerações reiterativas com a ação de morrer, de acabar. Nessa estrofe, o poeta fez referência à situação política da Espanha com as palavras «cementerios», «campanas ahogadas», «soldados enfermos» ( versos. 21, 25 e 27) . Do verso 22 ao 29 vemos cemitérios identificarem-se com rio. A idéia poética de vida aliada a rio está presente na filosofia escolástica e na poética medieval.
A destacável obra de Jorge Manrique, Siglo XIV, Coplas por la muerte de su padre traz a metáfora de que a nossa vida é um rio que vai dar no mar, na morte. Contudo, Neruda usa «rio» como metonímia pré-consciente, porque nos dirá que os cemitérios são cinzentos rios que passam, isto é, para o cemitério, cidades dos mortos, vãos os rios de nossas vidas, o rio dos mortos, o que foi vida. Há uma identificação por proximidade espacial entre cemitérios e rios, pois «cementérios» + «muertos» +» hombres que van a la muerte» = «rios que van a dar a la mar». Os rios são cemitérios têm uma aproximação espacial cronológica com «soldados enfermos», verso 27, que, por sua vez, metonimicamente, se confundem com «dormitorio», verso 26. Há nessas imagens uma emoção consciente de mortos, de soldados doentes, de repulsa à guerra, à violência, ao cemitério = «números de mármol»/ y coronas podridas y aceite funerales «, versos 28-29.
Na quarta estrofe há um desejo de troca,. o eu poético, devido à magia desprendida pela cativante pessoa a quem homenageia, pela sua firme e natural personalidade («el árbol en que creces»,verso 42), pela sua vida cheia de sonhos poeticos («los nidos de aguas doradas que reúnes», verso 43) e pela sua enorme sensibilidade («la enredadera que te cubre los huesos/ comunicándote el secreto de la noche», versos. 44-45), poderia apagar da memória a acumulação de lembranças de seu Temuco («humo/sobre ferrocarriles», verso 39) e de suas viagens («vapores», verso 39) . Logo todo o passado poderia ser passado por um funil negro, verso 40, poderia esquecer toda a sua vivência pela do Lorca.
Na quinta estrofe, o «eu poético» continua falando da magia de Lorca, quando cantava com sua voz rouca (verso 47). Era profundo, possivelmente com «duende» como chamou Lorca à música que emociona. Com imagens, refere-se às fantasias lorquianas («golondrinas», verso 49) e à sua juventude («cerezas», verso 51, e «quince ojos», verso 53). O eu poético, na sexta estrofe, quer acabar com a burocracia («alcadías», relojes», quer deter o tempo («llenar de hollín», e «derribar relojes» , versos. 55-56) para ver os temas dos poemas lorquianos: temas de dor e morte, com os motivos da faca, do cigano, do luto, da violência e do sangue («personas de trajes agonizantes», «regiones tristes», «amapolas», «jinetes», doncellas atravesadas por grandes cuchillos», versos 59-66). Neles, Neruda faz referência ao poema «Martirio de Santa Olalla, do RG, mas também faz referência às pessoa com as quais Lorca conviveu, e que eram amigos de ambos. Com a imagem de «húsar solitario», verso 70, possivelmente Neruda faça uma referência a ele mesmo.
Enfim, nessa estrofe, nota-se que o poeta chileno quer homenagear um homem alegre, cheio de saúde, verso 83, e a sua poesia de voláteis sonhos («mariposa» verso 84) . Finalmente, na estrofe sexta o eu poético convoca Lorca a uma coroação, na sétima, numa especificação precisa, temporal, perto de você («esa noche», «ese día» e «ese crepúsculo», versos 90-94) e espacial («ese rincón») vê-se que o homenageado está vivo «para qué sirven los versos si no es para esa noche», verso 90 e na oitava estrofe ele volta ao motivo da noite, reiterando e precisando a beleza de uma noite estrelada, verso 95, destacando não as estrelas do céu, mas as da terra, as da beira do rio, como uma faixa de luz junto à janela. Na nona estrofe justifica a lição dos motivos «noche de estrellas»e «pobre gente», mostrando uma preocupação social. Nas três últimas o eu poético se dirige a Federico, paternalmente, quase que como se ele fosse uma criança a quem devesse ensinar-lhe a viver.
Conclui-se que entre Neruda e Lorca houve uma conversa amiga, fraternal amizade e compreensão, uma comum e identificável sensibilidade.
Referencias BOUSOÑO, C. Teoría de la expresión poética. 4. ed. Madrid: Gredos, 1966.
García Lorca, Obras completas Rec. cronología, bibliografía y notas de Arturo Hoyo . Madrid: Aguilar, 1980. 2v.
NERUDA, P. Poesías escogidas. Prólogo de Aurora de Albornoz. Madrid: Aguilar, 1980.. Confesso que vivi, memórias. Tradução Olga Savary. 19. ed. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 1987.
Biografía
Ester Abreu Vieira de Oliveira, Doctora en Letras neolatinas, Posdoctora en Filología Española, es profesora en la Universidade Federal de Espírito Santo, escritora e investigadora. Presidente de la Academia Feminina Espirito-santense de Letras y Vicepresidente de la Academia Espirito-santense de Letras, ha sido Finalista del Premio Mario de Andrade de ensayo, en los Premio Literarios de la Biblioteca Nacional de Brasil 2016.
Biografía (Estraida del Centro Virtual Cervantes)
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, nombre de Pablo Neruda, Neruda aprendió a amar la naturaleza en sus años de infancia, durante sus recorridos en tren hacia la exuberante vegetación de Boroa. La región había sido en el pasado escenario de enfrentamientos entre los conquistadores españoles y los araucanos, que con el tiempo fueron despojados de su territorio y posteriormente aniquilados por los colonos protagonistas de la «pacificación de la Araucanía». Esas frías y húmedas tierras australes, bordeadas por el más puro océano Pacífico, emergen en una poética de la desesperanza, de la soledad del ser humano y del amor, como en Veinte poemas de amor y una canción desesperada, libro que llevó a su autor a los circuitos internacionales y le dio una fama similar a la de Rubén Darío, hasta hacerlo merecedor del Premio Nobel en 1971.
Inició sus estudios en el Liceo de Varones de Temuco. Al terminar el bachillerato continuó con los estudios de francés y más tarde, en la Universidad de Santiago, siguió la carrera diplomática. A la edad de 16 años adoptó como seudónimo el apellido del poeta checo Jan Neruda. Su primera publicación fue el artículo «Entusiasmo y perseverancia», aparecido en el diario de Temuco La Mañana. Animado por la ya reconocida poeta Gabriela Mistral, Neruda se inició en la lectura de los clásicos rusos. Tres años más tarde ganó el primer premio de la Fiesta de la Primavera de su ciudad, con unos poemas firmados con el nombre que lo da a conocer como una de cimas de la literatura en lengua española. En 1920, lo encontramos en una frenética actividad cultural, como presidente del Ateneo Literario del Liceo de Temuco y como secretario de la asociación. Muchos de los poemas publicados en esa etapa se recogen en la primera edición de Crepusculario, de 1923, realizada gracias a un préstamo del crítico chileno Hernán Díaz Arrieta. Al año siguiente publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada, influidos aún por el modernismo.
En 1925 dirige la revista Caballo de Bastos, y es a partir de entonces cuando se propone una renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros: la novela El habitante y su esperanza; el poemario Anillos, escrito en colaboración con Tomás Lago, yTentativa del hombre infinito.
En 1927 inicia la carrera diplomática, que lo lleva por tierras de Birmania, Singapur, Java, China, Argentina, España y París, donde conoce al poeta peruano César Vallejo, a quien le unió una amistad de por vida. Posteriormente viaja a México, Guatemala y Cuba. El diario argentino La Nación publica sus crónicas de viaje. En 1930, durante su etapa de cónsul en Batavia (Java), se casó con María Antonieta Agenaar, joven holandesa con quien regresó a Chile en 1932 y con quien tuvo a su hija Malva Marina, nacida en 1934 y fallecida a los ocho años. De 1933 es la primera edición de El hondero entusiasta, un libro influido por el uruguayo Sabat Ercasty y cuyos poemas formarán parte de Residencia. Ese mismo año es nombrado cónsul en Buenos Aires, donde conoce a Federico García Lorca, que llegó a esa ciudad a estrenar su obra Bodas de sangre.
De Buenos Aires se trasladó a Barcelona y luego a Madrid, de modo que reside en España entre 1934 y 1936. Conoce a Miguel Hernández, León Felipe, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Jorge Guillén, Luis Rosales, etc. En la cripta de Pombo conoce a Ramón Gómez de la Serna, el acumulador de un universo secreto que cambiaría la sintaxis del idioma, imprimiendo su huella en él, según sugiere en sus memorias. En cambio, el encuentro con Juan Ramón Jiménez, que muy poco tenía que ver con estos jóvenes, fue menos feliz, sobre todo porque las posturas estéticas de este chocaban con la nerudiana idea de la poesía: «Una poesía impura, como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición y actividades vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilias, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos». En 1935 Neruda dirige la revista Caballo Verde para la Poesía a petición de su fundador, Manuel Altolaguirre,.
El asesinato de Federico García Lorca en Granada el verano de 1936, al comienzo de la guerra, lo afectó tanto que en sus memorias confesaría: «[…] la guerra de España, que cambió mi poesía, comenzó para mí con la desaparición de un poeta». Por su apoyo a la República fue destituido de su cargo consular. Cuando se acercaba la derrota de la República se editó España en el corazón, poema que formará parte de Tercera residencia. De individualista y hermética, su poesía pasará a ser mucho más comprometida social y políticamente. El libro había sido editado en medio de la adversidad y tanto Manuel Altolaguirre como muchos de quienes trabajaron en la imprenta emprendieron la larga marcha hacia Francia, acarreando entre sus pertenencias sacos de ejemplares que sufrieron las consecuencias de los bombardeos.
En 1939, el Gobierno chileno del Frente Popular lo nombra cónsul en París y lo pone a cargo de la inmigración española. Organiza el viaje del Winnipeg, barco fletado por el Gobierno de la República española para llevar refugiados a Chile. Al año siguiente es nombrado cónsul general en México. Al regresar de su cargo, en 1943, visita en Perú las ruinas de Machu Picchu de donde surge el célebre poema Alturas de Macchu Picchu. En 1945, ya en su país, fue elegido senador por el Partido Comunista y galardonado con el Premio Nacional de Literatura. En 1948, el presidente chileno Gabriel González Videla abrió una campaña de persecución contra los sindicatos y la oposición, que llevó a Neruda a la clandestinidad y el exilio. A raíz de la ilegalización del Partido Comunista, en 1949 el poeta se refugió en varios países europeos, Francia e Italia entre ellos. En 1950 recibe el Premio Internacional de la Paz. Dos años después regresa a su patria temporalmente y vuelve a ser distinguido con otro premio, esta vez el Stalin de la Paz, en 1953.
En 1958 Neruda publica Estravagario, mucho más lúdico, y vuelve a reencontrarse con la vanguardia, incluso con el surrealismo. Por estas fechas se ha consolidado como uno de los poetas más grandes de la lengua española y como una figura pública de relieve internacional. En 1962 es nombrado académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Nicanor Parra, miembro de la Facultad de Ciencias Físicas, lee el discurso de presentación. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa de la Universidad de Oxford. En 1966 se casa con quien será su compañera el resto de la vida, Matilde Urrutia, después de llevar ese amor en secreto durante diecisiete años.
En 1969 se le nombra miembro honorario de la Academia Norteamericana de Artes y Letras y doctor honoris causa de la Universidad Católica de Chile. El Partido Comunista de Chile lo designa como precandidato para las elecciones presidenciales de septiembre del año siguiente. A comienzos de 1970 renuncia a su candidatura en favor de Salvador Allende. Publica en ese año: Maremoto, La espada encendida y Las piedras de Chile. En 1971 viaja a Estocolmo a recibir el Premio Nobel de Literatura. A partir de abril de ese año representa al Gobierno de la Unidad Popular en Francia como embajador. En 1972 recibe el Premio Lenin de la Paz. Ese año regresa definitivamente a Chile y es aclamado por el pueblo chileno con un apoteósico homenaje en el Estadio Nacional de Santiago. En 1973, a raíz de las elecciones parlamentarias del mes de marzo, publica Incitación al nixonicidio y Alabanza de la revolución chilena. El 11 de septiembre de 1973 se produce el derrocamiento del presidente constitucional Salvador Allende; las casas de Neruda en Santiago y Valparaíso son destruidas por los militares y la vida del poeta se apaga doce días después, el 23 de septiembre, dejándonos en muchos de sus versos la intuición de lo que está más allá de la muerte: «No crean que voy a morirme, me pasa todo lo contrario, sucede que voy a vivirme, sucede que soy y que sigo».
Comentarios recientes