Grandes autores traduzidos por mim castellano-português português-castelhano

Grandes autores traduzidos por mim castellano-português português-castelhano

Me decidí por un poeta coterráneo para iniciar esta serie de grandes autores traducidos por mí. Busco una cierta simetría, un equilibrio flexible entre las dos culturas. ¿Quién mejor que Jorge Manrique, castellano del siglo XV? Pero Jorge Manrique posee una obra singular, porque dentro de ella están las Coplas a la muerte de su padre, destacando, elevándose, tirando del resto hacia arriba, sumándose. Cortos los versos, eso sí; ocho sílabas y cuatro en el pie quebrado. Pero las cuarenta estrofas de las Coplas suman 480 versos. Busqué las traducciones existentes, y eran escasas.

Debía intentarlo. Lo decidí antes de conocer las dificultades. Aunque lo hubiera intentado de haberlas conocido. A los setenta años, la dificultad es para mí un aliciente. Lo primero era tener un texto de partida. Tuve que formarlo a partir de las distintas ediciones existentes; las mejores, las más fieles, las más lógicas. Leí muchos de los abundantes trabajos que orientan: algunos contradictorios. Ahí está lo alcanzado: actual y respetuoso con el contenido.
La traducción debe tener en cuenta el ritmo, nacido de la métrica. No debe cambiar la forma original, sobre todo la rima. Portugués y castellano en este largo poema son más hermanos que nunca. Así lo sentí, así lo siento. Casi todas las palabras tenían equivalente en el idioma de llegada. Eso es una ventaja. Pero había que comprobar el sentido, consultando en los diccionarios de la RAE y Priberam. Había que poner las frases nuevas en el buscador, para ver si se utilizaban ahora y en qué proporción.
Horas dedique a resolver las dificultades, comprobando las posibles palabras existentes y buscando el encaje justo. Mensaje, métrica, ritmo y rima: ahí está el resultado. Mis amigos de lengua portuguesa quedaron satisfechos cuando los consulté. Así que mi satisfacción es clara. Ahí van los 480 versos en portugués, añadidos a los 480 versos en castellano.
Después vienen uno a uno los grandes autores de las literaturas en las lenguas castellana y portuguesa, traducidas al otro idioma.

Jorge Manrique vida y coplas en castellano y portugués

Trabajos de traductor de Jorge Manrique
Me decidí por un poeta coterráneo para colocarlo en el blog traducido al portugués. Busco una cierta simetría, un equilibrio flexible entre las dos culturas. ¿Quién mejor que Jorge Manrique, castellano del siglo XV? Pero Jorge Manrique posee una obra singular, porque dentro de ella están las Coplas a la muerte de su padre, destacando, elevándose, tirando del resto hacia arriba, sumándose. Cortos los versos, eso sí; ocho sílabas y cuatro en el pie quebrado. Pero las cuarenta estrofas de las Coplas suman 480 versos. Busqué las traducciones existentes, y eran escasas.

Debía intentarlo. Lo decidí antes de conocer las dificultades. Aunque lo hubiera intentado de haberlas conocido. A los setenta años, la dificultad es para mí un aliciente. Lo primero era tener un texto de partida. Tuve que formarlo a partir de las distintas ediciones existentes; las mejores, las más fieles, las más lógicas. Leí muchos de los abundantes trabajos que orientan: algunos contradictorios. Ahí está lo alcanzado: actual y respetuoso con el contenido.

La traducción debe tener en cuenta el ritmo, nacido de la métrica. No debe cambiar la forma original, sobre todo la rima. Portugués y castellano en este largo poema son más hermanos que nunca. Así lo sentí, así lo siento. Casi todas las palabras tenían equivalente en el idioma de llegada. Eso es una ventaja. Pero había que comprobar el sentido, consultando en los diccionarios de la RAE y Priberam. Había que poner las frases nuevas en el buscador, para ver si se utilizaban ahora y en qué proporción.

No obstante hay terminaciones que en portugués difieren. Hay verbos que en portugués cambian de declinación y terminan de otra forma. La rima es consonante; y casi siempre se consigue mantenerla. La asonante no modifica apenas el sonido. El sonido: otro elemento que debo tener en cuenta; ya que la fonética en portugués es muy distinta y el poema va a ser leído.

Horas dedique a resolver las dificultades, comprobando las posibles palabras existentes y buscando el encaje justo. Mensaje, métrica, ritmo y rima: ahí está el resultado. Mis amigos de lengua portuguesa quedaron satisfechos cuando los consulté. Así que mi satisfacción es clara. Ahí van los 480 versos en portugués, añadidos a los 480 versos en castellano.

Pasen y lean. Saludos cordiales y agradecimiento por su visita.

Julio Cortázar vida y obra

Julio Cortázar vida y obra

Fui lector de Cortázar con precocidad manifiesta. Y lector reiterado a intervalos no muy largos. Gran parte de su obra: libros esenciales que siguen en mi biblioteca. Hubiera querido leer “El Examen” cuando lo escribió, para conocer aquel Buenos Aires rompiéndose en él; pero Losada-de Torre no quiso editarlo, y publicado treinta y seis años después ya no era lo mismo: Julio Cortázar consideraba que, leído en su momento, hubiera tenido cierta incidencia en lo que ocurría en la Argentina de entonces. Leí Rayuela a trancos distintos: rompecabezas, laberinto. Amé a la Maga y quise reencarnarla en un personaje mío que tuviera su vida a mi lado. Me gustó escuchar a Cortázar, humano, muy humano, entrevistado en la televisión. Aquella entrevista profunda y ancha, programa A Fondo, hecha de modo magistral por José Joaquín Serrano, que he conseguido poner en enlace al final de este trabajo. Hasta las erres, suyas o francesas, me gustaron en su voz. Luego las identifique oídas en Brasil; me gustan aún pues aún las oigo en otras voces. Considero a Rayuela entre las grandes novelas que he leído, y la subo a lo alto, si no en términos absolutos donde coloco a “Los hermanos Karamazov”, la gran obra de mi reverenciado Fiodor Dostoievski; sí en términos relativos, comparada con las escritas en castellano. Dejo al margen de las demás y para siempre a “Don Quijote de la Mancha” por múltiples motivos: no hay y no habrá punto de comparación: espacio y tiempo. Pongo a Rayuela a la altura de otro mito, “Cien años de Soledad”, y la dejo ahí, flotando, tan sólida y tan bien arraigada.

Carlos Drummond de Andrade vida y obra

Carlos Drummond de Andrade vida y obra

La traducción para mí es traslación, es tomar un relato o un poema: prefiero la poesía porque es más dúctil, más maleable; y trasladarlo a otra casa con todas las pertenencias. También es el acomodo en el nuevo espacio. Me siento obligado a dejar lo mejor posible en la nueva residencia todo lo recogido de la anterior; habitaciones nuevas, nuevo salón, jardín recién conquistado. Espero haber tomado en mi mente lo más de lo que Drummond de Andrade quiso decir y sugerir en “La Máquina do Mundo”

Espero haberlo trasladado sin romper ninguna pieza, ni el jarrón de Sévres ni el hombrecillo de los gansos, adorno de terracota que rompió siendo niño con disgusto y pegó con resina. Espero haberlo colocado como él lo hubiera querido, contando con que todo en la nueva casa es distinto queriendo ser lo mismo. Por eso quise conocer a Drummond lo suficiente para atreverme a traducirlo, para atreverme a interpretarlo. Como el nuevo espacio es mayor, las piezas pueden estar más separadas. Conocer el idioma de partida o dominar las herramientas que lo cercan, diccionarios, referencias de uso; conocer el idioma de llegada, conocer el género literario de la pieza. Eso necesita el traductor; y con frecuencia no se tiene todo.