Novela Intimidades largo tiempo ocultadas

Novela Intimidades largo tiempo ocultadas

Intimidades largo tiempo ocultadas, es el libro número treinta y dos de los publicados por Pedro Sevylla de Juana, académico correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo en Brasil, premio internacional Vargas Llosa de novela. Los protagonistas de la trama pertenecen a una misma familia. La hermana mayor y el hermano pequeño se congregan durante varias semanas, intentando dar fin a medio siglo de resentimiento. El personaje narrador es el hermano, casado en relaciones complejas, de cuya intensidad solo la pareja está al tanto. Mar y tierra, la situación social se manifiesta en el entorno. Tanto en la anómala situación del país como en las vidas irregulares de la gente. Tiempo y espacio, unidos, se justifican. Pasado y presente, compartimentos estancos, se van abriendo y ordenando para perfilar un futuro satisfactorio. La madeja de las relaciones se desenreda al tirar del hilo que pone en fila los acontecimientos. Al mismo tiempo que los protagonistas, el lector irá conociendo las intimidades largo tiempo ocultadas, así como sus causas verdaderas. El lenguaje, sencillo y preciso, unido al análisis de la sorprendente actuación individual de los personajes, más la importancia de los asuntos tratados, ofrecen a quien se adentre en ellos, una lectura atractiva y, doblemente, provechosa.

Dos días de boda en Francia

Dos días de boda en Francia

Dos días de boda en Francia, es el libro número 31 de los publicados por Pedro Sevylla de Juana, académico correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo ES, Brasil; y premio internacional Vargas Llosa de novela. El libro relata poco más de dos días en la vida de protagonistas y personajes secundarios. Fueron ellos convocados a una boda que sorprende a extraños y propios. Los españoles, padres y hermanos del testigo principal, parten del centro de España para llegar al corazón del Languedoc, comarca de Albi, en Francia. En la tierra de los albigenses se producen los hechos de la trama. Ceremonia en la iglesia Notre Dame du Bourg, de Rabastens, considerada monumento histórico, a más de patrimonio mundial de la Unesco en el Camino de Santiago francés. Celebración en el célebre chateau de Mauriac. El desarrollo de los actos, tejido por las relaciones entre los asistentes, locales y foráneos, crea un intríngulis de mucho interés. El lenguaje sencillo y preciso, unido al esclarecedor retrato interior de los personajes, ofrecen al lector una lectura sin fisuras. Queda el lector convidado a conocer la progresión de los hechos.

Novela Amor en el río de la vida

Novela Amor en el río de la vida

Amor en el río de la vida es el libro número treinta de Pedro Sevylla de Juana, académico correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo en Brasil y Premio Internacional Vargas Llosa de novela. El protagonista de otro libro, se queja de la muerte recibida, heroica pero temprana. Cree Pedro Sevylla en el derecho de rectificación de los personajes y, en el hospital en que murió, los médicos lo salvan, participando en la actual novela. Residen en Madrid el autor y su amada, una actriz recién reencontrada, a quien ama desde la adolescencia al verla activar un teatro de marionetas. La acción, situada en el pasado inmediato, indaga sobre las personas: su origen, sus objetivos, entorno, dudas, errores y aciertos. Intensidad de pensamiento al servicio de la realidad y de la vida, la mujer, el varón y la maternidad reciben un trato preferente. Durante la escritura, el personaje de la amada lee y juzga lo escrito, poniendo al autor frente a sí mismo. Amor en el río de la vida es un torrente de prosa que lleva a cada lector adonde quiere ir. Se dan realidad y ficción en un mismo plano, gozando personas y personajes de idéntica naturaleza, por lo que las historias cobran una nueva dimensión vivificante. La novela, una y varia, escrita con un lenguaje dinámico y sencillo, rompe moldes para que el lector conozca la vida tal como era.
Blog literario https://pedrosevylla.com

Solo de voz en La Habana

Solo de voz en La Habana

Solo de voz en la Habana
Pedro Sevylla de Juana

Novela escrita hace mucho tiempo, finales del siglo pasado o primeros años de este. Dada la imposibilidad de leerla de nuevo debido a mis dificultades de visión, la pongo aquí, en el blog, tal como la dejé entonces. Hace el número treinta y tres de mis libros.
La ilustración de portada es la pintura acrílica recién concluida, 11-III-2023, titulada Nocturno Bélico, que hace referencia a la guerra de Kosovo, cuyas circunstancias influyen en parte del argumento.
El título viene dado porque Honorio, el protagonista, dirigido por Rita, pleno de emoción, acaba cantando un solo de tenor en lo alto de la soberbia escalinata de entrada a la Universidad de la Habana. La obra representada ante el numeroso público congregado, es María la O, una zarzuela cubana con música de Ernesto Lecuoma y libreto de Gustavo Sánchez Galarraga. El papel defendido por Honorio fue el del tenor Fernando, protagonista, conocido como el niño Fernando.
En la novela, Honorio cuenta sus memorias a Virgilio, amigo y narrador, con incursiones al abuelo indiano y proyección al futuro próximo. Forma parte, Honorio, de un coro de cantores integrado por aficionados a la zarzuela, llegados de lugares muy diversos. El texto recoge las peripecias individuales y las relaciones originadas entre ellos. El amor y la amistad, dos líneas paralelas que pueden encontrarse originando el infinito, en la novela muestran su capacidad de supervivencia, posibilitando algunas historias dolorosas y muchas más dotadas de ternura.

El Destino y la señorita Salus íntegra

El Destino y la señorita Salus íntegra

Vigésimo séptimo de los libros publicados por Pedro Sevylla de Juana, El destino y la señorita Salus es la redacción definitiva de la obra galardonada con el Premio Internacional Vargas Llosa de novela.
Los creyentes no ven contradicción entre el examen de conciencia que la anciana señorita Salus va haciendo a intervalos, muy crítico con su propia conducta, y el convencimiento de salvación eterna. Ya que, arrepentida de todo corazón en los últimos instantes, será perdonada como cualquier cristiano. Sabe que es una mujer normal, pero cree ser elegida para repetir la pasión de Cristo, resurrección añadida, porque eso es lo que promete el Maestro para quien lo ame y decida seguirlo.
Los incrédulos piensan que las lecturas de los textos sagrados —San Agustín, San Francisco de Sales, las Epístolas, los Salmos y los Evangelios— iniciadas y repetidas por Salus con una complacencia semejante a la hallada por Don Quijote en los libros de caballería producen en ella un efecto de confusión parejo. Y se preguntan: ¿hasta qué extremos puede llevar la lectura literal de los textos sagrados a una persona carente de reflexión y afianzada por entero en la fe? Queda al lector, conocedor de todos los hechos e intenciones de la protagonista, la facultad de juzgarla.

Julio Cortázar vida y obra

Julio Cortázar vida y obra

Fui lector de Cortázar con precocidad manifiesta. Y lector reiterado a intervalos no muy largos. Gran parte de su obra: libros esenciales que siguen en mi biblioteca. Hubiera querido leer “El Examen” cuando lo escribió, para conocer aquel Buenos Aires rompiéndose en él; pero Losada-de Torre no quiso editarlo, y publicado treinta y seis años después ya no era lo mismo: Julio Cortázar consideraba que, leído en su momento, hubiera tenido cierta incidencia en lo que ocurría en la Argentina de entonces. Leí Rayuela a trancos distintos: rompecabezas, laberinto. Amé a la Maga y quise reencarnarla en un personaje mío que tuviera su vida a mi lado. Me gustó escuchar a Cortázar, humano, muy humano, entrevistado en la televisión. Aquella entrevista profunda y ancha, programa A Fondo, hecha de modo magistral por José Joaquín Serrano, que he conseguido poner en enlace al final de este trabajo. Hasta las erres, suyas o francesas, me gustaron en su voz. Luego las identifique oídas en Brasil; me gustan aún pues aún las oigo en otras voces. Considero a Rayuela entre las grandes novelas que he leído, y la subo a lo alto, si no en términos absolutos donde coloco a “Los hermanos Karamazov”, la gran obra de mi reverenciado Fiodor Dostoievski; sí en términos relativos, comparada con las escritas en castellano. Dejo al margen de las demás y para siempre a “Don Quijote de la Mancha” por múltiples motivos: no hay y no habrá punto de comparación: espacio y tiempo. Pongo a Rayuela a la altura de otro mito, “Cien años de Soledad”, y la dejo ahí, flotando, tan sólida y tan bien arraigada.